Y te recorde una vez más

Parecia que lo había vivido, era tan real que hasta supuse al despertar mirarte al otro lado de la cama

9/25/20232 min read

Compartir vida tiene estas historias, lugares, olores y pasiones que nos llevan en un viaje imparable al pasado, a esos momentos que cultivamos con los días y que por alguna razón varias veces durante este periplo de vida golpean la puerta y sin pedir permiso nos invitan a recordarlos.

Y esta bien sentirlos, por que deberíamos reprimirlos, el tiempo nos permite saborearlos de forma mas amigable para con nosotros, el enfoque ya no es en las personas o los lugares, mas bien se va a cada uno de esos detalles de lo vivido de lo aprendido que nos permiten evaluar la vida y de como ésta ha sido tan maravillosa con nosotros para poder permitirnos experimentar un mundo de sensaciones, adversidades y sobre todo haber compartido con otros humanos un pedacito de vida.

Los recordamos a cada uno de ellos de forma impecable, los lugares, canciones y olores a veces tienen nombre y apellido y que genial que es sentir que nadie tiene la culpa de lo que ha sucedido, ya que la vida en si como tal no es un juicio y al permitirnos quitar la ecuación matemática básica de que sumó o que resto ....déjanos de pensar en las otras personas y volteamos la mirada a nosotros, reconociendo nuestro actuar, nuestro pensar y sobre todo nuestra capacidad de .....amar, reír, comprometerse, llorar, pelear lo que sea que hayamos vivido, pero que deja nuestra huella ahí muy bien marcada.

Recordarte una vez más ya no duele, ya no tiene esa connotación de subirse a una montaña rusa llena de sentimientos variados en los cuales no podíamos llegar a entender que mismo llegaste hacer en mi pasado, pensarte ya no tiene ese color rojo de confrontación sobre lo que no pude entender de ti y de tu forma de actuar, pensar o sentir.

Los colores del recuerdo tienen un arcoíris, y es que la tormenta ha pasado finalmente, dejamos a un lado el rencor o resentimiento de lo que no pudo ser o que jamás debió serlo, aceptar con conciencia esa parte de lo incontrolable e incambiable es parte de crecer como humano, volverte a recordar es parte de valorar la experiencia vivida en un tiempo determinado.

Si, quise abrir los ojos y encontrarte al otro lado de la cama, no lo voy a negar, pero mientras entraba en conciencia de aquel despertar, me di cuenta que todo era parte de un ayer, mire a la ventana, el sol acariciaba mis mis pies tiernamente y lo hacia para recordarme que estaba aquí en presente solo, con las cobijas sin moverse en ese lado de la cama que habíamos decidido dejarlo y la verdad es que ya no dolía, me quedaba la sensación nostálgica de lo que fuimos, pero al siguiente segundo me puse en pie.

Al otro lado de mi cama siempre has estado y estarás, eres tú y solo tú, mi pasado, ese conjunto de personas, vivencias, lugares y sensaciones que me han vuelto más humano pero sobre todo más consciente que debo dejarte ir en ocasiones para que pueda vivir más en presente. te voy a extrañar, de seguro te buscaré en algún momento, solo, quédate un momento, que mi vida aún tiene ansias de crearte algo de nuevo.