Soltar, aceptar, comprender
A todas las indirectas mas directas
8/22/20243 min read


Quizás sea la única foto que no la he tomado y que esté en este lugar, tan único y especial para mi, pero es lo único que tengo que me pueda recordar y teletransportar en su ausencia, en un tiempo venidero cuando decida mirar para atrás.
Pues aquí es donde plasmo mi vida al recuerdo, a la nostalgia o la adrenalina de esos momentos que logro recordar y que de una u otra manera se vuelven parte de mis añoranzas, de mis recuerdos y de todo aquello que al escribir me permite aceptar, comprender y sobre todo soltar para poder continuar con la misma seguridad de saber que la vida va bien.
Cada día que pasa voy comprendiendo como funciona la mecánica de la vida, como funciona toda esta experiencia que se desarrolla bajo una voluntad divina que cuando la dejamos trascender sin interponer nuestras ganas, nuestro ego o vanidad las respuestas a las experiencias vividas no tienen por que ser dolorosas o causarnos alguna sensación de pérdida y malestar propio de no obtener algo que tanto buscábamos
Me alegra sobre manera que la vida de las personas que me rodean incluso de las que no he tenido el gusto de ser participe en muchas de sus etapas de la vida, evolucionen, avancen hacia algo mejor y sobre todo, en tener esta certeza de sentir que cada decisión que toman la hacen desde su interior y no desde una necesidad.
He vivido una experiencia de esas que me gustan, las que nunca suceden mas allá de todas esas novelas y capítulos que solo mi mente inquieta e indomable puede construir cada vez que algo diferente toca mi puerta, esas que se detallan en los días de adrenalina, de vergüenza y claro que si de pánico escénico, inacción y todo lo que conlleva lanzarse a un mundo conocido pero que prefiero evitar del todo, ante la incertidumbre, la falta de información o quizás valentía de mi parte.
Pero luego reflexiono un tanto mas y recuerdo los motivos por los que estoy en este punto de la vida, como he decidido vivirla y por que me mantengo con esta idea de que el tiempo por mas efímero que sea, está diseñado para no acelerarlo y llevar un proceso natural y hasta biológico de que ciertas cosas sucedan en armonía, a un tiempo preciso no perfecto, ese que puede darse cuando los universos conspiran y de una u otra forma aceptan un viaje por una galaxia familiar.
Tantas historias que me hice en la cabeza, en esas charlas después del almuerzo, entre tanto cruce de miradas e incertidumbre de mensajes cobardes que tras de una pantalla pretende esconder miles de interrogantes que ya las sonrisas no podrían decirnos mas nada, es que ya lo dijeron todo pero como de costumbre nos falto coincidir en el tiempo, ese que ya me demostró que forzar o desordenar la vida de otros no facilita nada, mucho menos crea lazos.
Y tan irónico es todo que nos quedan algo así como dos semanas para ver si los días toman un rumbo diferente, si se escribe tan solo una pagina adicional a la novela que esta por terminar, no se si el yoga hace su parte o esa voluntad abandonada que tenemos ante la seguridad de una decisión tomada cuando una parte de un posible universo no es ni siquiera considerada dentro de ella.
Queda la luna de testigo, estos días en las que se presenta tan imponente y llena de luz, que de seguro fue complice para alterar el presente de un quizás, de un talvez y hasta de un que hubiera sido.
Me queda con la satisfacción de haber sentido ciertos instantes de nerviosismo, de curiosidad y de esa complicidad de estar en desventaja, pero que ante una realidad tan evidente solo nos queda la retirada, por el mismo hecho de saber respetar las decisiones. Dos días de haberlo sentido sin vivirlo y poder así comprender como se pueden crear conexiones sin ser o estar.
Siempre fue un día a la vez y ahora no puede ser diferente, he aprendido a escuchar y aceptar esta voz interior que me guía sin prejuicios, que ha encontrado en cierta parte la armonía necesaria para coexistir con personas en este mundo dejándolas ser libres, contemplar su vuelo y quizás y tan solo quizás, nos volvamos a encontrar.
Este escrito tiene nombre y apellido, me gusta que quede así pues al final del día doy gracias a esas personas que por ser tan maravillosas, por haberse cruzado e incluso a destiempo, han llegado o marchado para un propósito mayor de la vida, que satisfactoriamente ya hemos cumplido.
PSI.- ventana abierta para un último párrafo.