Solo para recordar
El lugar al que perteneces
11/21/20244 min read


Varias veces en el día me pregunto un millón de cosas, como recordando todo lo experimentado mientras la vida va corriendo por mis venas a una velocidad diferente, está.... mas calmada, regresando a ver de tanto en tanto en el ventanal grande de la sala, este que me refleja y deja ver otra vez esta parte de la historia como queriendo escribir un libro de 15 a 21 días de presencia permanente, de haber encontrado un lugar diferente, porque ....así fue y mira que cada quien ha vivido tanto que una historias mas no lo es, al menos a mi sentir, esta es una de las mejores que he podido sentir.
Hoy que la vida tiende a ser mas reflexiva ya con la marea baja y las luces del departamento encendidas, vale el instante para prender el aire y volver a respirar los recuerdos, los momentos construidos en integridad cuando todo era posible y permitido, aun sabiendo que no era eterno manifestado en cada advertencia de realidad que ignorábamos, pues la sensación era tan familiar, tan única y especial que lo demás.... siempre fue lo demás.
He sido muy critico con mi vida sentimental y como he tenido las oportunidades de hacerla bastante particular, dentro de mi forma de ser y estar, así como mi forma de abandonar todo por miedo, por inseguridad o por certeza...por el tiempo, la elocuencia del mismo presente resumido en prioridades que no son mas que voluntades sobre lo que nos identifica y hoy nos ubica en este preciso momento del espacio tan libre de dos y tan lleno de uno.
Este año es un tanto especial, ha venido cargado de sorpresas muy gratas, pero las que mas rescato son estas coincidencias creadas desde.. quizas un reconocimiento previo y osadía de intentar algo que sabía tenía fecha de caducidad, he coleccionado margaritas...con nuevas sensaciones, olores y sabores, sin duda alguna tengo tanto que agradecer de lo que mis pupilas pudieron admirar, mi alma voló, tanto que sonrío desde el sillón azul que solía sostener ciertas charlas incomodas que nos invitaban ha aterrizar.
Estoy bien, entrando de a poco en conciencia un tanto mas plena, mas humana, sin ser tan duro conmigo mismo y todo aquello que no pude aceptar o esperar....., siento que voy nadando en reconocimiento de lo vivido a plenitud, con la tranquilidad que calma cualquier duda o crisis existencial sobre el cuento que no tenía final, ese que me hice en la cabeza mientras experimentaba algo que había descartado en mi vida, cuantos no negociables entraron por la puerta y les di la bienvenida sin reparos, con abrazos interminables, con un respeto a la sola presencia en ausencia, con palomas y patitas que recorrieron la sabana blanca, la cual marcaba un antes y un después, todas estas complicidades pintadas y arregladas entre canciones de Sabrina Claudio que me llevan a unos cuantos milímetros de .......un hoy.
Que bien me ha hecho reconocer la vida en este espacio que me permito expresar, todos los momentos compartidos y aquellas emociones que me acompañaron, he resumido como algo muy bonito, muy sincero, muy sentido y comprometido, sentí que volví a construir de la nada, en menos de 24 horas, solo con una amaca de testigo y un aeropuerto complice de expresiones no comunes la idea de ser libres, de sostener, crear e intentar .... mientras apenas y alcanzaba a entender todo, recibiendo en abundancia todo aquello que sabia era posible, aquello que llego a mis días sin pedirlo, gracias por cada uno de esos momentos hoy son parte mis memorias, las que acarcian el alma de solo volverlas a recordar.
La mente aun camina ya sabes, sobre-pienso, pero trabajo en ello, mientras rumea entre los pasillos del piso 2 de la oficina, en especial cuando me cruzo con gente conocida que me recuerda un poco a lo que eran las charlas de lo que manteníamos, el parqueadero es cruel cuando veo el león francés parqueado como mirándome, enfrentándome, volviéndome a éxodo y esas rutas del litoral que quizás no conoceré.
Mañanas, tardes y noches, se parecen, las rutinas siguen siendo las mismas y con ellas la vida vuelve a donde estaba un día antes de coincidir, hay momentos que salto por el balcón y decido perderme un poco entre el parque y las caminatas relajadas sin rumbo, sin destino, solo para encontrarme entre la gente, entre las risas y ciertas historias que prefiero no recordar pues apenas y puedo comprender el actuar de quienes de a poco están y abandonan la parada del metro.
Quedan aún en la virtualidad del espacio cientos de segundos bien contados, esos que fueron capaces de crear un universo paralelo, vaya que bien lo hicimos, no tengo reparo en recordarlos y volverlos a ver de tanto en tanto, sin intensión mayor, ni melancolía oculta, hoy queda la satisfacción de haberlos experimentado desde lo que fuimos, mientras lo permitimos.
La gratitud llega a mi ventana entre las 6 am y la llegada de la abeja, apenas y con los ojos entre abiertos, retomo lo vivido, lo sentido y sonrío pues sin duda alguna no me había equivocado en elegir ese espacio, ese momento y todos esos silencios infinitos mientras la pantalla se apagaba y con el abandonamos una vida alborotada, frases escritas en un libro que acompaña la mesa de mis fantasías y buenos recuerdos.
Sé que la vida tiene preparado solo lo mejor para cada quien, pues somos y fuimos capaces de enfrentar con decisión todo lo desconocido y claro que si lo conocido en conciencia repitiendo patrones y secuelas, con los mismos arrebatos con los que soltamos, dejando a un lado los cuestionamientos o propuestas que no llegaban a colmar los acuerdos y espacios vacíos en el calendario.
Que el universo mismo se encargue de recordarnos lo importante de lo vivido, lo sentido y expresado.. en cada uno de esos días... los suficientes ......en los que de una manera u otra fuimos uno, sin miedo a nada.....libres de ser y pertenecer en complicidad....me quedo con la frase que nos identifica y que quizás en alguna vida posterior volvamos a ser juntos....imparables!