Sin sobre pasar los límites

La vida, el cuerpo, dios, universo o en quien creas siempre te alerta cuando parar

9/17/20233 min read

La época nos lleva a vivir una vida acelerada llena de retos y de objetivos que cumplir y en ese trayecto nos vamos llevando con nosotros todas nuestra energía vital para continuar viviendo esta experiencia humana.

Nos han enseñado desde pequeños debemos llegar a tener, ser o estar como sinónimo de éxito, tenemos tan grabado esto en nuestro sistema de creencias que lo hemos hecho parte de nuestra misión de vida.

Llevamos al cuerpo a la mente a todo nuestro ser a límites inimaginables, hacemos cosas que no creíamos que fuésemos capaces de hacer y de a poco vamos dándole un lugar especial a la consecución de todo ello como un sinónimo de orgullo.

Y todo esto en su momento esta bien, creo que la energía vital que tenemos y que se distribuye de forma gradual en nuestras etapas de vida nos permite hacerlo y poder inclusive disfrutar de ello. Pero que pasa cuando la vida o los años nos traen a otra realidad? cuando dejamos de creernos super héroes? o más bien para qué, queremos serlo?

Me invitaron a la naturaleza y en bici, algo que no puedo resistir, me habían comentando que vamos a un páramo donde la experiencia de hacer bicicleta es inolvidable y pues al final de todo vaya que lo fue. En este tipo de aventuras sin duda alguna nos ponemos a prueba la capacidad de todo, y si digo de todo, por que se mezclan tantas sensaciones en segundos como el frio, viento, falta de fuerzas, hambre, adrenalina, vértigo, velocidad, ego, miedo....todo en un mismo sitio y si a ello le sumamos el silencio de la introspección en cada pedaleo!!!

Esos momentos en los que ponemos a prueba nuestra capacidad de ....es algo increíble, somos capaces de vencernos, pero lo que más me llamó la atención esta vez, es también la capacidad que tenemos para decir basta o quizás la fuerza o determinación para detenerse, de sentir que no se tiene que mostrar, probar nada a nadie ni a uno mismo. Es saber escuchar al cuerpo a la misma naturaleza, las señales y todo lo que por sabiduría nos llega en el momento preciso.

Mi vida la he pasado ignorando varias veces a esa voz interior que me dice NO, soy testarudo y muchas veces voy en su contra, no se si por ego o por creer que soy mas sabio, sin embargo las veces que lo he hecho no ha terminado bien. Esta vez en el paramo a 4.100 mtrs sentí que mi cuerpo no podía más, el frio era algo incontrolable y la sensación de falta de fuerzas no tenia donde esconder. Estaba a tan solo unos 2 Km de la meta de los lugares maravillosos en los cuales de seguro hubiera disfrutado del paisaje y el silencio, sin embargo en ese sentí me vencí y dije no puedo más! Me senté comí una manzana para poder reponerme y ver si podría continuar pero no pude, al instante de reincorporarme para empezar nuevamente la cadena de mi bici se había roto, en ese momento no lo analicé, si no hasta segundos después, esos momentos que uno busca explicaciones de no, por que a mi!! justo en esos segundos no me di cuenta que la vida misma me estaba diciendo "detente".

Baje la montaña como un monopatín en ocasiones, otras aprovechando los descensos y pues al llegar al auto y reflexionar sobre lo que había pasado, sentí hasta frustración de no haber llegado a la meta, pero a su vez un chispazo de iluminación también llegó a mi, como diciéndome "no forzaste tu cuerpo", "debes hacer caso a tu intuición", "no esta mal, "lo volverás hacer con mayor preparación", "esta bien detenerse".

Luego de ello analicé mi vida por completo y las veces innumerables que debí haberme detenido y no forzar las cosas, por que cada una de las que forcé terminaron de una forma distinta a lo que soñé o imaginé. Me quedo con todo esta reflexión sobre la experiencia que acabo de sentir, agradecido claro esta por esos ángeles, vida, dios, que hizo que de una otra manera aprenda una lección de vida más sin tener que haberlo lamentado.