Silencio permanente

Límites concientes

5/25/20252 min read

Un viaje por metro sin duda es un lugar para aprender, para ver el instante que se consume de manera diferente mientras todas las cabezas tienen a tener una inclinación de 45 grados hacia abajo, donde el 90% de los pasajeros no se hablan, solo sus pupilas se iluminan con la luz del celular y con el van devorando historias de presente, de pasado y de futuro. 

Ya nadie habla mas allá de lo necesario, se esta volviendo permanente el silencio, en las conversaciones en la mesa.... por esta manía de saber que pasa en la vida de alguien mas o contarle al mundo lo perfecta que es la nuestra. Se habla de lo que leemos, se busca un tema del cual volvernos expertos temporales mientras saciamos las ganas de compararnos, criticar y ser jueces infalibles de lo que consideramos que estaría bien.

Me llega contenido a diario sobre el silencio, como este representa la presencia permanente del ser, de hacer que las cosas pasen en la vida sin tener la necesidad de gritarlo, mas bien tiende a mantenerlo privado, en silencio permanente, algo que lo comprendí el día que decidí cerrar las redes sociales, la vida tiene diversos colores desde ese momento, no se mucho de todos, lo poco que sé es lo que se atreven a contarme y yo solo creo al 100% lo que escucho, me resulta mas creíble que interpretarlo desde las redes.

Ahora, lo que viene es el silencio a lo que se dice demás, a lo que sabemos que decirlo podría ser contraproducente, las preguntas del millón, para que .....por que, hace bien, hace mal, aporta, suma o resta......ahora llegan a mi vida para ser parte de esta nueva manera de escuchar sin responder mas allá de lo debido, dejando el poco espacio de ego que aun deambula por la vida queriendo ser protagonista mas que mi propia esencia, es por ello que ahora me elijo nuevamente, prefiero estar y escuchar, opinar lo justo y necesario y con ello no levantar falsas expectativas.

Esta parte, este instante de experiencia creo que llega para complementar la habilidad para poder límites  a todo aquello que quiere imponerse por sobre la razón, la conciencia plena y el momento justo para tan solo volvernos a reconocer, retomar los planes que de una u otra manera se han ido cancelando por la misma velocidad que los días han ido teniendo.

Al mismo tiempo, voy fijando objetivos, los que me permiten tener un poco mas de esperanzas a los sueños que aun tengo, a la magia que debe volver a pintar mis paredes y la armonía que se siente desde el no hacer nada, hasta quererlo todo, sin prisa, sin querer hacerlo por sentirme completo o lleno de algo que calme mis carencias, que por cierto una vez en manifiesto e identificadas trabajo en ellas y así me doy una tregua mas ante lo que no puedo controlar.

Límites y silencio, actividades claras que me planteo para esta nueva semana, para encontrarme un poco mas y hacer de mi experiencia en esta ciudad, en este país de mas historias bonitas para recordar, sin dejarme, sin abandonarme y sobre todo con la certeza de ir por el planeta dejando huella sin importar que sea una marca de agua en la arena que con la primera ola se pierde y desaparece.