Sálvese quien pueda

Todos y absolutamente todos llegamos a un punto de la vida en la que debemos decidir en como salvarnos de esta vorágine social que nos lleva a sitios tan familiares y seguros para nuestra mente,  que lo mas óptimo es salvarse mientras se pueda, sin mirar atrás y solo decidiendo a conveniencia.

Mientas eso sucede movemos las fichas del ajedrez a nuestro antojo, a como mejor se acomoda mi realidad y con ello puedo omitir desde la lealtad, hasta todas aquellas verdades que en conciencia sé que en algún momento tocarán mi ventana, pero que mas da, al final nadie mirará ni velará por mi y la forma en la que vivo, eso es un común denominador del presente, algo que todos sabemos.

De una u otra manera, este camino que he recorrido me ha permitido moverme de un lado a otro, sin remordimiento sobre lo que se queda o lo que se deja, con la tranquilidad de haber dado lo mejor y un poquito mas mientras compartía el aliento y los sentidos con quienes en mi camino se han cruzado sin pensar en sus intensiones o pretensiones.

Después de terminar de leer un libro o cerrar un capítulo de la vida, existe algo en el aire que aun se siente pesado, es como plomo que inunda los pulmones y estremece el alma pues por mas rescilientes que seamos la misma naturaleza se encarga de devolvernos la humanidad en evolución que llevamos dentro para hacernos sentir todas esas emociones que usualmente las controlamos en un solo instante, mientras dura el tiempo de la decisión tomada y las consecuencias recibidas.

En parte siento alivio no ser parte de los tumultos, de un espacio de humanos que juegan con nosotros a ser líderes y entregarnos un color verde por el tiempo de vida que le dedicamos a sus ideas, pretensiones y uno que otro atrevimiento a decirnos como ser, estar o actuar. Me interpreto en ese papel desde las dos veredas, pues he tenido la oportunidad de ser protagonista en los dos lados de la moneda.

Avanzar es el reto, dejar de pensar en como sucedió todo y por que se da, de la manera exacta pero incomprensible ante nuestro sentir es lo que hace que esta pequeña parada tenga un uso horario diferente y las horas de sueño se transformen en días de interminables anécdotas que le contamos a la almohada mientras en realidad aprendemos a aceptar lo que ya no tiene marcha atrás.

Mientras todo eso se ordena, y la vida misma se encarga de darnos esa oportunidad de avanzar, rescato la esencia misma de mi ser en acción, en como he forjado un presente y lo que para muchos o pocos quizás, deja mi huella en su camino, sin buscar reconocimiento o gratificación por lo vivido.

Hoy luego de varias horas de incomprensión suelto todo aquello que se me hace difícil de creer, respeto mi espacio e integridad, abrazo mis penas y contradicciones mientras descubro que en poco tiempo todo empieza de nuevo y con ello la vida en manifiesto pondrá en ruta para una nueva aventura de esas que el universo tiene guardadas para mi y que de seguro me permitirán seguir evolucionando.

Agradezco las oportunidades de tener tantos espejos, enseñanzas y lecciones que he vivido a travez de estas experiencias, que seria de mis reflexiones sin ellas, siguiendo mi camino y acorde el orden universal cierro un capítulo mas, nuevamente con la gratitud de la enseñanza recibida.