Sabotaje

Al descubierto

1/16/20253 min read

Te acuestas, el día terminó y con el un par de reflexiones sobre el presente, lo que acabas de sentir y hacer en un resumen al que lo llamas normal, es extraña la forma en que dejamos pasar diversas situaciones que podrían hacernos experimentar un sabor diferente del helado favorito, de la copa de palomas o cualquiera de esas sensaciones que suelen estremecer el instante que las empezamos a sentir.

Tenemos la gracia de poder chocar con planetas, estrellas y constelaciones humanas que van de paso en esta vida al igual que nosotros, dejando secuelas, huellas y en casos muy atrevidos historias de amor, amistad o la expresión de paz pocas veces reconocida como la magnifica oportunidad que es poder respirar ese aire.

La lucha constante por que no encuentro otra palabra es batallar es con nuestra información, esta que se almacena en los rincones del alma, la que nos alerta a poner pausas, aceleradas, esperas interminables que postergan lo único que podría pasar.... vivir!

En conciencia sabemos que vamos dibujando el sabotaje perfecto, pero camuflado a todas esas decisiones que no nos atrevemos a tomar, las razones son diversas y muy valederas todos, al fin de cuentas quien siente o experimenta las consecuencias somos cada uno de nosotros. Mi mente divaga por el universo con mil y un suposiciones de lo que sería, será o esta sucediendo en universos paralelos a mi realidad, a la de quien pienso o espero. Cada charla, cada persona o situación que se nos presenta que de inicio no la podemos comprender o aceptar es una invitación tácita a sabotearnos el instante, haber comprendido esta parte es la que limita en geocerca mi forma de reaccionar, responder, actuar o decidir, pero lo mas maravilloso es dejar que se vayan sin inundar mis pulmones.

Descubro que entre las paredes de mi casa aun hay cuadros por pintar, otras paredes que podría decorar y ciertos arreglos que le vendrían bien a este espacio, que se renueva como pidiendo un chance mas de albergar nuevas sensaciones que pese a que la vida va bien, aun hay mas por sentir, con total derecho y responsabilidad de no dañar a nadie, no desordenar la vida de quien en amor se entrega para compartir el tiempo que ha destinado para mi.... de forma consciente lo recibo sin pensar si es mucho, poco.....solo sé que es suficiente.

Decir si a nuevas experiencias colabora en dejar de sabotearnos, este sistema de defensa activado fruto de un ayer, algo que inevitablemente tenía que pasar y que hoy nos tiene en este punto de la vida, solo reflexionando sin dolor, sin juicio. Charlaba con una amiga el otro día sobre como sería mi reacción si volvería a coincidir en un espacio no determinado con la última persona a la que amé,  mi respuesta me llena de paz, me hace sentir que he dado un paso mas a ser compasivo conmigo, con el resto, con todo aquello que no puedo, ni podré controlar.

Día a día intento no sabotearme los desayunos, los postres, los olores y colores de mis plantas, ahora que se ven tan guapas y elegantes, la orquídea que crece y no me abandona cada vez que caen todas sus hojas. Sigo trabajando y lo hago de forma equilibrada con mi tiempo, ese que cuido y respeto, ese que ahora es valiente para decir no las veces que sean necesarias, arrebatado como siempre, pero cauto para aceptar el momento que debo retirarme, dejar de insistir o permanecer.

Abierto totalmente a vivir una vida presente, superando todos esos desafíos que el resto de humanos nos invita a reflexionar, pues a cada espejo que se cruza en mi camino lo sonrío y al instante lo dejo ir, pues comprendo que al hacerlo el enfoque del segundo se regresa a mi estado actual de armonía y balance entre lo que voy haciendo, sintiendo y creando.

La vida sigue yendo bien, los parapentes aun bajan en las mañanas desde la montaña y aterrizan en el parque frente a mi casa, ese espectáculo que me regala el universo que invita a seguir agradeciendo por este espacio creado, por la oportunidad adicional recibida esta mañana al despertar de seguir poder conociéndome, aceptándome y en empatía con el resto, seguir experimentando esta experiencia humana.