Revelaciones

Caminar es uno de los hábitos que siento marcan mi presente, cada paso que doy, cada latido acelerado o pausado que marca mi andar, es mi ser hablándome una y otra vez, soy yo preguntando y respondiendo al mismo tiempo sobre como va la vida, los días y todo lo que llego a experimentar mientras descubro todas estas revelaciones voluntarias que se manifiestan para mi bienestar.

Miro la gente pasar, todo esta lleno, abarrotado, las tendencias son las mismas, actuamos de manera similar, con los mismos propósitos e intereses, oriente y occidente ya se parecen mas cada vez mas y así sin diferencias todo se junta en un mismo mundo, una misma respuesta y una forma constante de enfrentar el presente.

La música me calma, me oriente, me corta la voz y entorpece mis sentidos de tanto en tanto, cuando la letra revela mi presente, mi sentir o esas historias que en mi mundo en solitario se proyecta en el aquí y ahora, rompo el silencio y me descubro vulnerable, caigo en analisis profundos sobre lo que estoy sintiendo, no se si son los planetas o las energías que se contrastan a la velocidad de las horas que de forma impulsiva corren dejándome al descubierto.

Tengo velas, pero no iluminan como antes, siento que es por que apenas voy construyendo este lugar, este momento, las miro y al tratar de conversar con ellas se hacen esquivas a mis miradas, a mis supuestos y proposiciones, al final llega la noche y sin mucho esfuerzo se apagan, sin despedirse, sin argumento alguno ...solo esperando que mañana será distinto.

Cada vez que cruzo la calle, que miro personas, las descubro, las entiendo y en el fondo llega a ser un bálsamo para mi mente, pues así dejar de pensar y suponer, eso si toma tiempo para poder callarla y soltar todo aquello que en teoría debía decirse, hablarse o sentirse. 

Estas revelaciones de presente son sistemáticas, vienen de lo mas profundo de mi ser, son como anuncios publicitarios que me dicen si, no, alto, detente, cambia el rumbo, la alerta necesaria para poder silenciar los impulsos y esa fe ciega que tengo a todos y a todo. Ultimamente callar hace que las expectativas ajenas revelen intensiones ocultas, tiempos, paciencia y sobre todo verdades contadas por la mitad y dividas para mil.

Es así que luego de las tormentas mentales y sentimentales encuentro el equilibrio para soltar nuevamente estas carencias que se presentan, para mirarme una vez mas en el espejo y comprender que la vida va... viene, se detiene si así lo dispongo, o simplemente la dejo ser, desde el silencio desde el hacer lo estrictamente necesario para dentro de esta temporalidad aprender, compartir y seguir descubriendo cada revelación que marque mi presente.

Hay temas que resolver, que actuar, que enfrentar y con ellos doy la bienvenida a la osadía de vivir, de sentir y no esperar nada mas, si antes ya lo había comprendido es momento de volver a leer ese capítulo del libro en el cual comprendía que soy un humano en evolución constante, con una idea de compartir la vida en plenitud, entregar lo mejor de mí en cada respiración, solo que esta vez es tiempo de balance, de verdades y responsabilidades para con mi ser, con mi espacio y con mi tiempo.

Abandonar las responsabilidades por horas o minutos me permite esto, volver a encontrar el rumbo, las respuestas, la puesta en marcha de un camino que va bien, que se ilumina cada vez que me abrazo y reconozco en humildad que aún hay millas por recorrer, para mi, para mi proceso, mi misión, para esta conexión que se empieza a crear, esta que me estremece al sentir la presencia dentro de toda mi incredulidad y pragmatismo.

Mis pensamientos llamados oraciones, hoy cobran mas sentido, son hacia mi, emergen desde el agradecer por la infinita bondad de dios, del universo para conmigo, para poder sentir la vida a mi manera, a esta forma de tomar decisiones y simplemente ser mas yo de lo que podría ser, pues si abandono las expectativas de todos, no podría permanecer anclado en las de mi mente.

Que este tiempo venidero tenga este color arcoiris de ilusiones, de planes y manifestaciones reales de sentir el balance que la vida misma tiene que tener. Cierro esta idea que venía de tanto en tanto sobre el reconocimiento, la gratitud y la compañía que tengo, que es sangre de mi sangre y que se ha convertido en mi pilar, mi escucha y desde siempre mi motivación principal.