Que quieres?
Consciencia, constancia y coherencia
1/12/20252 min read


Parece una pregunta muy sencilla de responder pues muchas veces el ego esta listo para decirnos todo aquello material que podríamos querer, ese podría ser el primer pensamiento que se cruce por nuestra mente y esta bien, lo comprendo, tantos años viviendo en una estructura social ha hecho que la memoria colectiva se sature de estos "deseos" que de una u otra manera llegan a colmar nuestras sensaciones de vacío.
Esta semana hice esta preguntas a varias personas, no hay un eco definido sobre lo que queremos, no existe respuesta correcta o la que mejor nos haga ver, pues cada una de ellas esta asociada a la realidad presente de cada uno, para un enfermo, será salud, para quien no tiene empleo....pues de seguro un trabajo....y así el general irá asociado a suplir o satisfacer la carencia de ese momento como segundo impulso para responder ante esa pregunta.
Ahora, entendiendo como funciona el cosmos y el universo si es ideal tomarse en serio esta palabra "querer" desde el sin número de significados personales que tienen hasta un general que pueda al menos proyectar una idea que nos acerque al propósito de vida, ese que rompe las cadenas sociales, familiares, estructurales y ancestrales con las que hemos venido desarrollando nuestra forma de respirar, cada pedazo de energía que entregamos para llegar a ese querer.
Saber que queremos de la vida a cualquier edad, se convierte en una herramienta liberadora, pues las crisis sobre si o no, quizás, merman y empezamos mas bien a reflexionar sobre como llegar a ese estado, pues básicamente será un estado emocional, mental, humano.... como tal, que de presentarse nos devolverá aquello que en propósito íbamos a su encuentro.
Encontrarse frente a esta pregunta no es sencillo, doblega todos los recodos del alma, que ideal sería venga de muy dentro, de esos lugares que cada uno de nosotros conoce, en aceptación del presente sin duda, con el agradecimiento constante del pasado que nos trajo a ese momento, dejando fluir la forma en la que el planeta gira, sin juicios, sin cuestionamientos de todo lo externo al que culpamos de nuestra intranquilidad, inseguridad, incomprensión, aquello que alborota nuestras neuronas: poder, dinero, amor, sexo, placer, reconocimiento.
Nada mas efímero que el querer, pues una vez obtenido se desvanece en la satisfacción instantánea para dar el nacimiento a uno nuevo y así se vuelve una bola de nieve que acumula y acumula, con el pasar de los años y experiencias y luego de ese análisis empece a esbozar lo suficiente que hay dentro de todas las carencias que podemos tener, mis respuestas empezaron a tener matices diferentes algo mas propio de un ser que de un tener, a partir de ahí la experiencia se ha vuelto mucho mas sencilla de llevar, sobre todo de aceptar y aprender.
Saber que quiero me permite tomar las riendas del asunto, decido hacerlo acompañado de las las 3 C que moldean este camino: consciencia, constancia y coherencia, busco el equilibrio con ellas, me observo y detengo cada vez que de una u otra manera una de las tres quiere escaparse por atajos que llegarían mas pronto, ese instante respiro y me doy cuenta que ya estoy en el lugar, en este presente que desarrolla todo lo que quiero, soltando cada día, transmutando emociones, albergando sensaciones con energías afines,.... ahí donde el camino a la solitud se amplia pues coincidir es la cuarta C, que en manifestación explícita elevo al universo me entrego totalmente a su voluntad, marcando mi camino como hasta ahora dando por hecho haber así integrado la quinta C, confianza.