Qué hace eco en nuestros días?

Esa información que viene sin aviso

1/5/20244 min read

Gran parte del tiempo de nuestros días, recibimos información a cada instante, en cada una de las experiencias que sentimos y cada momento que se queda ahí para hacernos sentir que algo esta sucediendo en el universo y por ende en cada uno de nosotros. Pero, que tiempo le dedicamos al escuchar para comprender y no para cuestionar o responder que muchas de las veces es inclusive impulsivamente.

Recordaba cada conversación que he tenido en estos últimos días y claro hay de todos los colores sin duda, pero las que mas me llaman la atención son aquellas que en su momento siento que no están aportando nada en el momento presente, es como que hasta las he forzado, tener una conversación con personas que no tienen la habilidad de expresarse es un verdadero reto, primero por que no llegas a comprender en el acto si es que quieren mantener la conversación aún o si es que simplemente están matando el tiempo.

Me detuve en muchas de esas charlas, es decir, deje de hablar y ahí fue cuando comprendí que es mejor pedir la cuenta que forzar una charla unipersonal, pretendiendo siempre encontrar el tema de conversación o el interés de hacer algo más.! Luego ya cuando llego a casa y reflexiono sobre lo que he vivido, entiendo que dicho tiempo no tenia mas sentido que eso, aprender de esta experiencia sobre que hacer cuando estas situaciones vuelvan a suceder, por que de seguro habrá mas de una vez que me vuelva a pasar.

No estoy juzgando a las personas por su capacidad de comunicarse, pero a esta edad y con la vida en armonía en este aspecto, no lo considero apropiado para mi insistir, ya luego profundizando mas incluso me di cuenta que la vida como tal es así, pasamos insistiendo en ideas, momentos, pasado y personas para que tengamos o volvamos a sentir eso que nos da adrenalina, risas, ansiedad y placer, con el solo propósito de sentir, mas no profundizamos en lo que tenemos que vivir para poder volverlo a tener presente en nuestras vidas.

Que hace eco en mis días, este total sentido de reflexión sin obsesión sobre las cosas que no puedo controlar, esta manera de enfrentar las mañanas entre la incertidumbre, fe, esperanza y algo de resignación inclusive por que algo externo llegue a cambiar el presente incomprensible, esa parte de mi que activa las ideas y lanza propuestas para hacer que las cosas pasen por inercia. Y eso externo no es mas que esta costumbre de trabajar en algo, de sentirse útil y productivo, de tener estos días llenos de cosas por hacer y que deriva en que el tiempo pasa volando y con él la vida.

Me pregunto por que me aburro? que es lo que hace que no tenga motivación en ciertos momentos para aceptar que lo que estoy viviendo es el proceso natural por el cual fui elegido y que debo vivirlo como tal! por que muy dentro de mí el instinto ya esta activo, me la pasa hablando y advirtiendo de cosas, personas, momentos que cuando terminan y yo de terco insistí, me da una bofetada diciendo te lo advertí.

Que importante se ha hecho en mis días el saber decir que NO, aprendo constantemente a ello, dejo llevar a mi instinto venciendo al impulso inclusive para poder detenerme y dejar de alterar el presente con momentos o placeres que no traerán mas que olvido momentáneo, y que al final desaparece sin pena ni gloria de la vida, sin muchas experiencias que reflexionar pero a veces mucho que lamentar.

Sigo comprendiendo la dualidad de la vida, de los días y de los segundos, como esta todo diseñado para que tengamos constantemente esta idea de vivir en los dos polos, la manera tan extraña que tiene el universo de hacernos pasar por circunstancias tan variadas que hasta las llamamos karma y darma, estas leyes que han venido a prevenir lo que podría pasar. Las he sentido, he podido palpar cada una de ellas, en conciencia ahora mas que nunca con este tiempo perfecto de introspección, recuerdos y análisis de vida.

Saber sentir lo que pasa nos lleva una milla mas a la comprensión del ser, es decir, ya no es una idea que la mente visualiza o que nos indica que, como y cuando reaccionar. Es esa manera empática de conectar con el presente, con todos los que estamos en este planeta y mas allá destinados a vivir una y otra vez mientras vamos perfeccionado el arte de amar.

Y sí, creo que todo trata del amor al fin de cuentas, pero no el de las películas o la perfección del momento, va mas allá, este quizás nace de la esencia de las personas, de aquellas que han podido conocerse de una manera tal que amar es una forma habitual de convivir, cada acto viene marcado y enrumbado al bienestar común por sobre las cosas. Es como enfocarse en agradecer la presencia propia y de quienes han decidido acompañarnos en el camino, con esta tendencia de gente yendo y viniendo de nuestros días comprendo mas aun la importancia de vivirlos independientemente de su permanencia o no, creo que voy comprendiendo la habilidad de soltar y dejar ahí lo que no resuena en la vida, pero dejar ir no desde el odio o sintiéndome superior, simplemente aceptando que los momentos que atravesamos cada uno son únicos y perfectos y en base a esa premisa lo que mejor podemos hacer es ser parte en conciencia y con voluntad para estar o abandonar el espacio creado cuando algo vibra en diferencia entre nosotros.

Me ha pasado que no puedo estar mucho tiempo con otras personas, por mas que lo intente, hay algo que no permite fluir, es como que su llamemos energía esta vibrando diferente como que podría hacer un corto circuito conmigo, que quizás todo el drama, veneno o fantasías que me proyectan no aportan al momento, siento aveces necesidad de defenderme en silencio y salir de ahí.