Qué es lo que quieres ?

Atreviéndonos a pedir

9/24/20243 min read

Gran parte de mi vida he pasado reflexionando sobre que es lo que queremos realmente, y como este querer muchas de las veces se vuelve una bola de nieve interminable, ya que una vez que llegamos a tenerlo aparece una nueva sensación de vacío o pretensión de tener algo mas a lo que ya conseguimos.

Y esto hace que vayamos por la vida pidiéndolo todo al universo, dios, shiva o quien uno crea que nos gobierna o que nos lleva de la mano y permite que las cosas sucedan en nuestros días, sin embargo ya en un análisis mas profundo, recibimos lo que precisamente necesitamos en el momento preciso de sentir la carencia, el deseo o la necesidad de aquello que nos esta robando los segundos.

Coincidir con humanos que saben lo que quieren de la vida me parece fabuloso, poder tener una conversación sincera sobre esos llamados sueños que nos motivan a sonreír día a día viene a convertirse en una de las experiencias mas enriquecedoras de vida que podemos recibir, escuchar cada una de esas historias, tan llenas de certeza y anhelo es sin duda motivante.

Tantas aristas que tiene la vida, para aquellos que lo han recibido todo, pero que al mismo tiempo no han podido parar la adrenalina de un algo mas, voy descubriendo personas con una inmensa necesidad de sobresalir como pretendiendo llegar a un sitio que genere en ellos una gratificación única que en su momento asumo los hará sentirse mas completos. No logro comprender exactamente de que va todo ese rollo, pero me sorprende la forma tácita de olvidar lo conseguido ya por otra vez un algo mas.

Siento que saber lo que se quiere es un paso primordial a este equilibrio de latidos que andamos por ahí aprendiendo a sentir, pero ya no voy al tema material, profesional o incluso sentimental, por que llego a la conclusión que la individualidad se ha apoderado del sentir, es mucho mas sencillo abandonar el plural por nuestros quereres mas profundos que se manifiestan entre el no y las despedidas.

Todos ellos siempre serán muy bien respetados desde mi reflexión, cada día aprendo mas a dejar a un lado los juicios de valor y esa extraña sensación que tenemos de querer controlarlo todo, entiendo que cada uno es dueño de su espacio, de su querer y de esas decisiones constantes que día a día la vida misma nos somete para llevarnos a un desenlace que muy bien lo sabemos pero que en ocasiones preferimos evitarlo. 

Saber que queremos de la vida, tambien nos permite pertenecer, es decir, estar en este espacio de tiempo en el cual aprovechamos cada uno de los respiros que damos para trascender, respetando nuestro cuerpo, mente y alma, de manera diferenciada, como cuando debemos poner límites, reglas del juego claras y simplemente cambiarlo todo una y otra vez , salvaguardando nuestra paz espiritual y mental.

Pedir es dable, es entendible y sobre todo, es una acción que viene a complementar solo una parte de esta experiencia, al final una vez que recibimos todo lo que hemos pedido, o quizás tan solo una parte nos resta agradecer por la oportunidad de sentir dicho placer, gusto o buenos momentos que genera el haberlo conseguido.

Aprendiendo a pedir, viene de la mano con el saber hablar, dejar que desde nuestro interior se manifieste las verdades incomodas o las frustraciones mas sentidas, es tener la cautela de saber escuchar al universo, a las voces interiores que ya nos advierten tormentas o días de pleno sol, encontrar en nosotros mismo las respuestas a la incertidumbre, a la excesiva certeza y esta fragilidad que tenemos al despertar cada mañana.