Perspectivas
A ciegas o totalmente claros?
11/10/20244 min read


Es interesante reconocer como cada vez que transitamos por la vida tenemos la posibilidad de imaginar, visualizar o incluso convencernos de algo que en perspectiva tiende a tener muchos matices y colores, no sé, si seamos ciegos o no queremos ver las verdades expuestas en el tablero de ajedrez cuando miramos ver moverse las fichas del blanco al negro, ver avanzar en L o con una rotunda aceleración de movimientos, cuando sentimos como el universo se expresa a través de los humanos que se aventuran en acompañarnos por un determinado numero de días, meses, años o fracciones de segundos.
Los ojos son los mismos para todos nosotros, cada quien tiene la magnifica posibilidad de ver un mismo escenario, lugar o acontecimiento que al final se resumen en muchos matices particulares dependiendo de quien los cuente. Creo que es similar cuando escuchamos las historias de las personas, de donde vienen, como van evolucionando o solo transitando por la vida, determinando que todo esta bien en su manera de ser, estar y actuar.
Lo curioso de todo esto, es que aun así con conocimiento de causa, información constante y todo aquello que determinan ya no los juicios de valor, sino esta parte de determinar que hace eco en nuestra forma de vivir, estas experiencias que las aceptamos, vetamos o no caben en nuestra matriz de vida, que pasa cuando nos encontramos con los polos opuestos, con cada una de esas personas que revolucionan las neuronas y que apenas logramos entender como es que han llevado una vida tan diversa a la nuestra.
Que diferentes somos, entre risa, ironía o sarcasmo, todo junto en un solo pensamiento, es que no da para otra cosa que ello, que diverso es este universo de personas con las que compartimos planeta y con ello miles de perspectivas que se crean entre el imaginario de una buena venta o de unos cuantos que hablan sin tapujos y verdades bien contadas, que en teoría debería permitirnos seleccionar, nuestras batallas, guerras, ilusiones y cada uno de esos aspectos que marcan el camino de vida que llevamos para aprender.
Entre un par de conversaciones sobre las experiencias y los perfiles de humanos que coexistimos vamos revelando como el paso de la sociedad a la modernidad, a la libertad tan anhelada por muchos, se van dejando atrás ciertos aspectos que para los que estamos en esta etapa de los 40 a 50 se nos hace tan extraño comprender y mas aún adaptarnos a esta nueva forma de vivir en familia, pareja, sociedad y hasta en el trabajo.
Todos ellos siguen siendo acertados y están muy bien, siendo puntos de vista, cada uno valedero, cada uno con sus motivos y razones suficientes para ser determinantes en como manejamos nuestra vida, las decisiones que tomamos y el espacio que permitimos crear para ir desarrollando lo que nos venga en gana sentir, como producto del libre albedrío propio del ser humano, entre muchos y otros cuentos, solo quedarnos con la idea general de poder analizar esta información sobre quien nos acompaña en el camino antes de hacerlo muy participe de nuestras esperanzas, sueños o anhelos de vida.
Cientos de lecciones por aprender, por repetir es lo que escucho en cada charla, descubro que muchos de nosotros los que vivimos principalmente en el amor (no el romántico de película, sino en la libertad de entregar y dar lo mejor cada vez no solo a uno sino al resto, esta individualidad compartida), que somos pocos, y esto puede incomodar a muchos principalmente porque aun siendo respetable su objetivo de vida, es un tanto distante del propósito general de esta experiencia humana, es algo controversial si, al final todos tenemos que atravesar por esta marea de oportunidades de vivir y sentir como las ilusiones se transforman en metas, esos objetivos en realidades y al final en la materialización de la sensación de haberlo conseguido.
Y lo que no reflexionamos es que una vez conseguido que pasa? somos mas dichosos, felices? que transforma mi mundo cuando he logrado el éxito, el reconocimiento y todo aquello de color verde que facilita tener una vida cómoda con cada una de esas cosas materiales que en teoría llegan a ocupar espacios vacíos y llenan las pupilas? sin olvidar que luego viene uno nuevo y otro y otro.
Hoy recordaba algunas de mis experiencias en las cuales las perspectivas de lo que veía me jugaron una mala pasada, como se puede perder la objetividad de las cosas mientras solo escuchamos y en confianza aceptamos que es una normalidad, cuando en realidad lo es, pero en mundos distintos, quizás separados por barreras culturales, idiomáticas, estructuras llenas de principios y valores tergiversados que pretenden ser una constante llena de aceptación de unos tantos que batallan por tener la razón y otros a los que les importa muy poco lo que suceda.
Estar ciegos o muy claros no esta en debate, quizás saber escuchar y entender la imagen que tenemos de la vida propia o de quienes nos acompañan en algún momento se vuelve fruto de miles de reflexiones que terminan siendo o empujando a decisiones de permanencia o abandono, saber o querer pertenecer a un sitio es parte de la salud mental de la que poco se habla, hasta se burla en inconsciencia, pero que al final nos lleva a ser un poco mas humanos, menos materiales y mas llenos de virtudes para una comunidad que necesita ser recuperada del individualismo.