Nos cuesta tanto ser pareja?

Qué es lo que sucede que cada día es mas complejo mantenerse?

11/19/20234 min read

Escucho una conversación random en un parque sobre por que es tan difícil encontrar pareja, mas aun a gente con perfiles en teoria de los que son deseables, mujer - hombre, agraciados, profesionales, con títulos y experiencia en viajes y todo lo que en su momento en la juventud se debe hacer. Escucho lo complejo que puede parecer encontrar a esa persona apropiada para pasar los días, sin ese temor del matrimonio y de perder esa supuesta libertad de ser y de tener.

Mi preocupación principal se basa en el alto índice de divorcios, son uno tras otro y la verdad la gran mayoría tienen ese factor común desde mi pensar, que es no haber tenido la oportunidad en el tiempo de conocerse realmente, de saber quien es quien y a donde vas!! Comprendo que ante el gusto siempre vamos a intentar convencer a la gente de que somos una opción al inicio, para luego pasar a la decisión. El amor en su contexto sigue y seguirá siendo efímero por mas que no lo queramos aceptar, hay parejas que han podido encontrar la formula de poder ser y estar juntos durante el tiempo venciendo esos llamados del ego y de las comparaciones innecesarias para saber quién es más, quién aporta con más o la matemática básica que ahora gobierna el sentir. Cuanto sumas? cuando restas??

Luego  de separarse inmediatamente viene la etapa donde realmente no sabemos como manejarla, salir a comerse el mundo y vivir todo ello que aplazamos en esta etapa de pareja, fiestas, salidas, amigos, vaciles, libros, educación, lo que sea, pero tenemos esta velocidad de sentir que queremos hacerlo todo al mismo tiempo, dejando de lado el poder aceptar el presente, previo un análisis de lo que ha sucedido.

Basamos nuestra vida actual producto de las experiencias que sentimos en el pasado, esas que nos dejaron las huellas calando hondo en el ser, estas etapas difíciles de comprender o de aceptar quizás, miramos a los posibles proyectos con ojos de detectives, esperando el error, tratando de encontrar ese pero que nos permita sentirnos en lo correcto y que esa voz interior del te lo dije no vuelva aparecer.

Me pregunto si realmente damos la oportunidad a las personas de ser libres de ser, y con ello quiero decir libres de contarte su verdad, sin pensar o sentir que estamos frente a un tribunal al que debamos convencer de nuestra inocencia, culpabilidad o merecimiento. Que debería pasar para poder dejar ser, escuchar y no responder si no solo comprender la vida de otro ser humano en una etapa en la que no co-existimos, cómo dejamos, no se si llamarlo celos de pasado ajeno de no haber sido parte ? o ser los salvadores de ese tiempo que al final no lo podemos cambiar?

Todos hemos mencionado alguna vez que todo lo vivido nos ha traído hasta aquí, en este preciso lugar, bajo el árbol antes de las 12, con una maleta llena de experiencias y sentimientos que no siempre los pudimos controlar, sino que son parte de un todo y ese todo es lo que tenemos en frente, justo en frente de esta pantalla que lee y afirmar lo que es.

Cómo hacemos para dejar el miedo de entregarnos desde el día 1, por que tenemos ese prejuicio al amor, que el amor debe ser en pastillas, con dosificación, no puede ser libre, porque puede doler? y ante ello hago dos reflexiones, 1 por qué no dimos el tiempo necesario para interesarnos en conocer realmente al ser humano con el que tenemos interés y 2 por que la necesidad acompañada de la ansiedad hizo que veamos solo una parte de la película de la vida de otra persona?.

Un mes, un día, un año, el tiempo seguirá siendo relativo al como! por que podemos coincidir con humanos libres que se permiten desnudar el alma desde el segundo que se acaba de cruzar, haciendo que el camino al conocer sea mas llevadero y menos penoso; penoso, porque nos da miedo, miedo preguntar, miedo hablar y decir lo que somos, lo que queremos de la vida, miedo a ser rechazados nuevamente, a no ser parte positiva que suma de ese check list que alguien mas se impuso.

Con todo ello no quiero decir que no tengamos una especie de listado de formas, valores, principios y hasta modales que sabemos que de una u otra forma van en sintonía con nosotros, con la forma de sentir y llevar la vida esa que queremos compartir de aquí en más, estoy de acuerdo con ello, he tenido varias convivencias en las cuales ciertos detalles hacen que la relación en determinado momento vaya contra corriente, pero si puedo resumir todas estas diferencias con lo vivido y actuado, se las pueden resolver con algo que todos poseemos dialogo y actitud, con la consigna de que siempre hay algo más que aprender, y no se diga si este aprendizaje viene desde el amor y el cariño de alguien más con quien hemos decido hacer vida.

Ser pareja no debe ser una tarea titánica, creo que si llegamos a conocernos de manera sincera y real podemos permitirnos fluir en una relación, quizás la clave sea tan solo aprender a hablar con honestidad, a tener ese sentido de responsabilidad afectiva que permita ser y dejar ser, aceptar que las diferencias entre nosotros pueden ser sobre llevadas en tanto en cuanto tengamos ese espacio de libertad de pensamiento, sin obsesiones ni creernos dueños de la verdad. Que mágico se hace confiar parte de la vida en otra persona, que dicha es poder sentir amor de pareja y sentir en plenitud que vamos en este camino acompañados.