No hacer nada

Haciéndolo todo

3/1/20253 min read

Desde pequeños de una forma y otra nos enseñaron a que no hacer nada es sinónimo de pereza, descuido y cualquier adjetivo peyorativo, de manera tal que en la actualidad estamos en la búsqueda constante de estar activos, lo llaman hacer algo, lo que sea.... pero algo y en ese camino van miles de humanos experimentando cosas por: placer, ansiedad, necesidad, gobernados por el sentirse vivos al estar siendo parte de un algo, de un momento de un lugar y claro que si la foto para las redes sociales o los estados que venden la idea de que somos incluso hasta felices.

Dentro de mi sentir, acepto la vida del mundo como tal no me peleo con ella, he aprendido a decir no una y otra vez, las que sean necesarias cuando en teoría no hago nada de lo que el resto de humanos hacen para así sentirse plenos. Causa mucho desconcierto en el entorno, pues no ajustarse a los horarios y calendarios del resto incomoda a mas de uno, ante ello no me queda mas que el silencio, la distancia y el reconocimiento pleno de mi decisión.

Mi vida es ahora bastante particular, hasta simple la podría llamar, aprendo constantemente a saborear el aire liviano de la soledad, esta que me permite levantarme, comer, arreglar, decidir algo a mi ritmo, sin prisa, sin una agenda que llenar, esas expectativas que tiene alguien mas de que considere compartir mi todo (tiempo) por que no hay otra cosa mas que hacer.

Estoy desarrollando esta capacidad o habilidad de ocuparme de mi interior, esta parte que por años descuide y deje que la vida se lleve como un huracán: la fuerza, las ganas y hasta la seguridad de sentirme vivo, cada día que pasa, con cada si, no, talvez y hasta luego.....siento que  cuido este  interior libre de culpas, de remordimientos y sobre todo de ser o parecer alguien que no soy.

Mi espacio hoy es similar a mi, esta decorado y sigue transformándose cada día mas a todo aquello que hace brillar mis ojos, un lugar tan lleno de mi que alegra mis sentidos cada vez que abro los ojos, he cuidado mi cuerpo como nunca antes, desde la alimentación, el sueño, el trabajo y cada vez que decido parar. Sé que hay mas por hacer, pero no tengo prisa, he vivido lo suficientemente bien como para ir corriendo por adrenalina o sensaciones que pretendan alejarme de la verdadera esencia de ser humano.

No necesito, dejar una relación, un trabajo o un sueño para empezar de cero, lo hago cada vez, cada día con la misma convicción de que ahora mis decisiones no pretenden esclavizarse en el dinero, la fama, el sexo, la viralidad de mis palabras o esas charlas filosóficas que pretendan llamar la atención para ser visto. El silencio para muchos es incomodo, la quietud y el disfrutar tan solo del amanecer estes donde estes ha cambiado mi perspectiva de las horas, las aprecio mas y entrego toda mi energía a lo que contribuye a mi bienestar mental físico y espiritual.

No hacer nada de lo común, de lo corriente, me hace ver aburrido y claro lo entiendo, al abandonar la necesidad de forzar, insistir o persistir algo se transformó en mi, pese a ello, cuando alguien me escribe o pretende tener una charla no las dejo en visto, interactúo me comprometo, si puedo hacerlo, no me guardo para un después. Pese a que muchas veces siento que no es recíproco, sin embargo que mas da, actué desde mi sentir no desde mi parecer.

Siento que he hecho mucho en estos últimos meses, lo mas valiente ha sido seguir soltando todo lo que no puedo controlar, entender, poner límites a las personas que desde su inconsciente compiten con el tiempo, contra el universo, ahora las observo pero no soy parte mas allá de lo que sienta deba serlo.

Mi zona de paz, cada día es mas afín a mi presente, disfruto de una buena comida, bebida, postre o lo que en armonía sienta experimentar, no me comparo, no copio, no imito, me vuelvo mas auténtico, libero de mi cada una de las expectativas que otras personas se hacen de mi, entiéndase por familia, colegas, amigos, jefes....

Y así durante los días que son libres...disfruto de mi libertad, la primera, la única.... hago bastante, agradezco el doble y  retribuyo al universo el cariño y amor sincero que recibo de quienes aun se sostienen de mi distancia, de mi lejanía y todo lo incomprensible que puede ser mis decisiones, los valoro, los honro y respeto.