Nada ha pasado
El tiempo fue solo eso, una ilusión que nos mantuvo alejados de las charlas y complicidades.
8/29/20231 min read


Nos han quedado grandes las disculpas, como saber por donde empezar o retomar lo acordado.
Compartimos una tarde entre mensajes y videos, nos hacemos presentes en distancia, como pretendiendo ser cercanos.
La rutina no ha cambiado, solo hemos borrado de la mente aquel diluvio de marzo.
Nada ha pasado o al menos pretendemos no recordarlo, las miradas esquivas nos ayudan, pero los nervios nos delatan.
Mantenemos el contacto y coincidimos entre comidas con un pretexto de recordarnos algo de la vida pasada.
Reflexionamos en conjunto sobre las ironías de la vida y enfrentamos los espejos sin la mascara de la expectativa.
Debatimos entre líneas los escritos, filosofamos sobre el destino y lo empujamos a ser vistos.
Finalmente recorremos las calles sin destino, corre viento frio y tus manos reposan en mis brazos.
Un verde de los arboles nos hacen la parada y un foto para el recuerdo nos aviva los sentidos.
El cielo se ha puesto naranja, cae la noche y acelerando el paso sabemos que es hora de ir a casa.
Me marcho con el recuerdo del fuego que hemos encendido .