Mientras respiro

En mi vida los libros han llegado principalmente por que he ido en su búsqueda, me gusta leer para poder comprender ciertos aspectos del día a día que en ocasiones se me escapan de las manos, he encontrado en la información que recibo de las investigaciones y de ese tiempo de vida que alguien mas tomó para plasmar cada uno de esos relatos que vienen aportar en nuestro presente, aun que lo reconozco que pese a ser abierto, no todos estamos en la capacidad de recibir, comprender y simplemente rendirnos a esta voluntad omnipresente que nos acoge.

He sido capaz de tomar decisiones en base al instinto a esa sensación que me alerta o me advierte que debo pasar del punto a, al b, o a la z, dejando atrás muchas si no son casi todas, una zona en la que todo en teoría estaba marchando sobre ruedas en esta operación comercial y matemática en la cual nos vamos desarrollando en esta experiencia humana. Son esas reflexiones que llegan día a día con el cansancio, el aburrimiento de los discursos llenos de ego que me apartan de lugares, de personas y hasta de mi mismo en ese espacio, en esa etapa los que me invitan a moverme constantemente.

Son varios días que dentro de mi lugar seguro sigo descubriendo algunas palabras que hacen sentido y armonizan mis decisiones, ciertos detalles que sonaban como una canción de esas que escuchas 100 veces hasta aprenderte la letra. Hoy siento que el universo y dios actúan sobre mi de una manera pacífica y llena de mucho amor, ese que anhelo recibir en especial cuando por alguna razón siento que la vida tiene una incertidumbre nueva creada para mi.

Este tiempo de reflexión ha sido acompañado de esa constante información sutil que llega sin pedirla, pero eso si lo reconozco, yo ....la busco, pues entre tantas preguntas que me hago sobre la propia existencia un tanto de ayuda externa viene tan bien, que de una u otra manera me reconforta, me abraza, me acompaña en este camino que hoy comprendo un poco mas, a este que a partir de ahora lo reconozco como: intención o propósito como un sinónimo, como una herramienta que me permita tener la paciencia, la certeza y la confianza de que esta fuerza invisible me tiene aquí en el lugar al que pertenezco y en el cual iré desarrollando mis días como se presenten. 

Los mensajes, la información recibida es tan contundente que me sorprende o mas bien, reconozco que el universo o Dios en su infinita bondad ante mis miedos, dudas y carencias, deciden mostrarme el camino de la manera que mi esencia misma disfruta, leer, escuchar, visualizar, dejándome saber que todos esos sentimientos o presentimientos que vienen de mi interior, no son mas que señales de acompañamiento, de comprensión sobre todo de aquello que esta fuera de mi control, aceptando a la vez las que llamo consecuencias de mis decisiones y/o las justificaciones del por que.

Comprendo un poco mas de que va esta experiencia humana, hoy me regocijo sin ego o vanidad de los cambios.... (si así podría llamarlo) que he realizado en mi forma de sentir la vida, estos que me han llevado a combatir la sobriedad que debo llevar para tener la coherencia necesaria de saber recibir lo que la vida misma tiene para entregarme sin necesidad de que algo me defina, de que algo me posea. Finalmente lo acepto, lo suelto y me entrego totalmente a esta fuerza infinita que se manifiesta en cada una de las materializaciones que experimento al reconocer que soy ya de por si beneficiario de todo aquello que se alinie con mi propósito, con toda esta intención implícita desde antes que mi cuerpo físico aparezca. 

El presente es todo aquello a lo que renuncio, a lo que visualizo, a lo que sé en amor y paciencia esta destinado para ser sentido dentro de esta voluntad de sentir la vida de una perspectiva diferente, desde esta intención de ser, estar y aprovechar cada espacio que se crea independientemente del color, de los aromas, de las personas, de saber sin claudicar y poder repetir que la vida sigue yendo bien.