Lugares de fe
Reconocimiento
1/5/20253 min read


Entré varias veces, en ocasiones con multitudes que escuchaban atentamente plegarias, cantos y rezos....en otras solo me senté en una de esas bancas de madera antigua que huelen a historia y que tienen en frente un lugar para arrodillarse, he estado en este lugar miles de veces muchas con convicción y otras no tanto, en especial en estos últimos 15 años aproximadamente, debo reconocer que fui parte de alguien mas que profesaba esta creencia y pues fiel a mi forma de ser, siempre acompaño en formas de expresar vida, amor, gratitud a lo que quien me acompaña siente.
Esta vez era diferente, un pueblo que había visitado varias veces pero no precisamente para ir a su iglesia, sin embargo mientras caminaba por la plaza algo llamó mi atención y decidí ir a observar, sentir y mirar lo que sucede en este mundo que desconozco o que en su momento cuestioné, quería ver que pasa, que hay dentro de estas pinturas gigantes que cuentan historias del ayer, entre estatuillas gigantes algunas plagadas de oro y vestimentas que de apariencia se ven costosas, pero entiendo es la forma de transmitir algo de alguna razón que quizás no comprendo del todo.
Ahí sentado en esa banca apagando las notificaciones del celular o ignorándolas, empecé a observar con mas detenimiento este misterio de fe, que mueve corazones, ver la esperanza en los ojos de aquellos humanos que ponían su confianza en algo que no pueden ver, entiendo que lo sienten y desde ahí en amor los comprendo, los respeto y admiro esa tenacidad que tienen para elevar sus plegarias, algunos en silencio, otros con voz entre cortada... pero los podía escuchar, en especial un muchacho que se arrodilló junto a mi, casi y pude sentir una mezcla confusa de sentimientos entre entregándose a la voluntad divina, pero queriendo pedir algo que en su momento se manifieste... algún anhelo.
Ese momento recordé la charla de la mañana previa cuando desde otra creencia similar, me hacía participe de una lectura que hacía tanto eco a su sentir, que pude en ese instante concluir que necesitan ese halo de esperanza y comprensión que supera al humano, saberse y sentirse sostenido por algo mas grande, eso que aquella persona llegó a rescatar su vida en momentos de confusión y desolación, que ahora es parte constante y activa de su vida, en especial los domingos.
En lo personal, pues charle con esas figuras, me sincere con ellas, de seguro siendo seres superiores conocen mucho de mi y como voy desarrollando esta experiencia humana, no voy a negar que sentí paz y tranquilidad, no pedí nada, pues creo que mucho de lo que estamos viviendo ya esta escrito y cambiarlo no haría que mi vida tenga un rumbo diferente, al contrario agradecí por haberme permitido tomar las decisiones o ser parte de otras externas que me llevaron ahí a vivir esta experiencia, a ver otras realidades y poder comprender que mi vida va bien, una vez mas y pese a no comprender el mundo como tal, solo que ya no peleo con esa teoría.
Recorrí el lugar, vi como las velas llenaban un santuario en donde se depositan miles de sueños y esperanzas cada una mas particular que otra, camine por sus pasillos, miré figuras a la venta y como los creyentes depositan su confianza en ellas, las adquieren, las bendicen y con ello llevan a sus hogares fe, esperanza o algo en que sostenerse en los momentos que la vida se nos escapa del sentir.
Me gusta sentir que todo esta predestinado, que cada lugar en donde hago mi vida o paso por ella es parte del propósito mayor, ese camino que va marcando mis decisiones, aciertos y tropiezos, no imaginé vivir la última semana de esa manera con tanta vida, tanto valor para enfrentar la realidad y sobre todo tomar mi camino sin cuestionar nada mas que mi sentir, mis ganas de vivir, compartir.