Las etapas y sus momentos
Una sociedad adoctrinada
4/12/20241 min read


Impresionantemente somos los mismos en cualquier lugar, la raza humana comparte esta forma de ser, de vivir y estar, en cualquier parte del mundo. Basta con cruzar el atlántico o el pacifico para darse cuenta que las distancias no existen, que las modas se repiten y que cada uno de nosotros adopta un estilo, un color que cabe en la palma de la mano.
Y así la vida se nos pasa entre momentos y comparaciones de lo que hay en este presente tan incierto pero certero al momento de experimentar lo que dentro de cada uno nos llama.
Las personas pasan por la vida por casualidad, por causalidad o por acuerdos de un plano mayor del que no somos quizás todos productos de una idea o un experimento de comportamientos, retos y todo aquello que en cada instante sentimos.
Nos parecemos, cada uno lleva consigo una idea de vivir, de estar, de pensar y de pertenecer, sin importar el color de la piel, el tamaño de los ojos o el largo del cabello, estamos aquí para sentir todo aquello que durante varios intentos hemos venido tratando de comprender de este planeta azul.
Voy descubriendo que dentro de todo este pacifico vivir, al final de un día muy pocos nos damos cuenta del valor de la vida, de los momentos y de las oportunidades de respirar, de esa pausa que tenemos al momento de encontrar la sonrisa perfecta y la posición apropiada cuando capturamos los momentos.
Estamos tan acostumbrados a pretender ser que un color se cambia en un clic, que una vestimenta estiliza la piel y la forma de mirarnos digitalmente se transforma en un estilo de vida adoctrinado, llevado por esa ola de satisfacción instantánea que alimenta un poco el ego y la vanidad, esta extraña forma de los humanos que tenemos para sentirnos diferentes.
Solo resta aprender cada día de todo aquello que vamos descubriendo en un perfume nuevo, en un ronquido del colega y esos alimentos que se miran extraño pero que saben a vida pura.