La vida va bien!
Los espacios en equilibrio y la gratitud al despertar
3/23/20243 min read


Hoy como cada mañana despierto bien, con esa tranquilidad de que mi vida va bien, comprendiendo cada latido que va mucho mas allá del sentirse vivo. Encontrando en este espacio que he creado el lugar perfecto para agradecer lo que estoy sintiendo.
Hay momentos en la vida que no caben en un cuento o una historia contada a la ligera, son tantas las emociones que se pueden experimentar que me faltan palabras o quizás encontrar las perfectas para poder transmitir como la vida va tomando colores, olores y sabores, conocidos claro que si, pero que de alguna manera han venido a entregar paz y armonía a mis decisiones.
Miro en el espejo y encuentro cabellos blancos que no hacen otra cosa mas que enorgullecerme, ya que denotan ese paso por la vida a plenitud, encuentro en mi falta de fuerza para levantar algunos objetos un motivo mas para reflexionar sobre a donde voy, vaya camino que he vivido y todo lo que de seguro esta por venir.
Encuentro en mis pares un par de espejos que reflejan algunos aspectos de mis inseguridades, mis miedos o mi viejo amigo ego queriendo volver a ser parte de mi vida, lo interesante es que apenas logro identificarlo me detengo y vuelvo al centro para poder definir que es lo que estoy sintiendo o queriendo hacer, esto me ha permitido seguir hablando con la verdad, esa que es única por que es mía pero que advierte mi sentir y evita suponer.
He vuelto a tener detalles o mas bien dicho a recibirlos, personas nuevas en mi vida, que han venido de seguro aportar mas conocimiento sobre la increíble diversidad que nos rodea y como cada humano es perfecto a su manera y ante ello, solo me queda acompañar en ese instante o en el tiempo que dure lo mejor que tengo para dar: mi atención, mi interés y si mi cuerpo habla pues lo permito ser.
He extrañado de sobre manera sentarme en el balcón a escribir, como lo hago hoy, pero acepto que es parte de mi presente, ese hoy que me esta dando vida, momentos y experiencias que meses atrás de rodillas en mi habitación, las buscaba, es ahí cuando todo cambia en mi sentir y me vuelve a estremecer el agradecimiento a la vida a lo que soy, siento y proyecto.
Tengo tantos planes y sueños que se están ejecutando, voy por ellos en ocasiones y en otras solo permito que la vida misma se encargue de darme señales, sigo batallando con la ansiedad de vivir, esa que me empuja a tomar decisiones y no dejar que la vida sea un stand by eterno. Suelto lo que no puedo controlar y me doy cuenta que en el proceso la vida va bien.
Me escucho en la pausa que hice para no discutir, vaya metáfora! Sigo en silencio mientras permito que las palabras no hagan ruido en mi ser, las recibo y debato en mi interior si acaso mis respuestas pueden contribuir en algo a la controversia o mezcla de criterios divididos y vuelvo a encontrarme en ese estado de aceptación del orden que lo llaman divino, de permanecer pero no ser imbasivo en la vida ni criterio de otras personas y eso me ha permitido reir, dormir, comer, sin esa sensación de un "debí, tenía que....", en fin esos cuestionamientos que nos hacemos cuando de algo no fuimos lo suficientemente convincentes.
Me sorprendo a ver como la vida cambia sin que nos demos cuenta, ciertos detalles que se nos escapan cuando la atención esta concentrada en placeres, fotografías o momentos que proyectar, la sencilles de vivir y de estar va apoderándose de mis noches, esas que al abrir la puerta del departamento me dice bienvenido, esta todo bien por que la vida va bien.
Me quedo con esta frase que la repito constantemente en mis segundos: "la vida, va bien", mucho, mucho mas allá de pretender ser un iluminado, un ser de luz o cualquier otro calificativo de moda para quienes han tan solo podido diferenciar un propósito, de la estructura que nos gobierna.