La música y la increible forma de teletransportarme
No puedo describirlo de forma sencilla, solo sucede al escucharla es como abrir un portal con mucha información.
10/7/20234 min read


Hay momentos en mi vida que de una u otra manera me llevan a sentir algo indescriptible con palabras, es que la verdad es algo que no lo puedo identificar, solo sucede, mientras escucho alguna canción o quizás mirando una película me teletransporto de una forma increíble, es como detener el tiempo en esos instantes y los sentimientos empiezan a correr sin parar, es una mix de nostalgia, pena, alegría, pero sobre todo siempre tienen un fin que es el amor, a que? exactamente no lo se, pero es que quizás me identifico tanto con la letra, con la trama o con los sonidos.
Ahora que acabo de sentir todo esto, he decidido adecuar el espacio para poder escribir esta experiencia, las velas acompañan siempre mis noches, creo que invierto mas en velas que en café la verdad, por alguna razón la luz de la vela ilumina tanto mi espacio que crea esta atmosfera de paz y de inspiración, vivo en un piso alto, tengo una vista increíble de mi ciudad, amo la noche y los colores que con ella vienen, las luces de los edificios a lo lejos y las historias que puedo divisar de mis vecinos mientas van viviendo su noche.
Desde que recuerdo la música ha venido acompañando mis días, me he considerado mas de una vez melómano, me ha gustado siempre saber quien canta, quien escribió, ver los videos y encontrar el sentido a esas palabras, claro que si todas esas que hablan del amor y de como la vida seria mas sencilla si tan solo nos atreviéramos a sentir.
Alguna vez intenté tocar la guitarra, vaya que me gustaba mucho pero mis dedos no eran tan hábiles como hubiese querido que fuesen, recuerdo ahora en esos tarareos una vez a mis 18 años escribir mi primera canción, con dos o tres notas máximo repetidas, sin coro sin nada solo un par acordes que rimaban las palabras que había encontrado para despedirme de mi primer amor, en esas épocas teníamos radio cassette y podríamos de forma doméstica digamos así, grabarnos, lo hice por que me pareció en ese entonces un detalle imborrable para aquella persona, que se iba de mi vida sin poder evitarlo, se lo di en cassette 25 años atrás, ahora que lo vuelvo a sentir, ya con 44 y tantos encima y con la memoria algo golpeada, poco de lo que puedo recordar, decía algo así:
Hay mi corazón, ya deja de latir,
detente un segundo y dime que vamos hacer,
con este grande amor que siempre vive en mi,
y no me deja ver, mas allá del mismo sueño,
dime por favor que como lo hago yo,
si es que acaso duele o te sientes ya mejor.
Los años han pasado y con ellos mis recuerdos son cada vez mas escasos de esos momentos vividos asociados a un instante de inspiración juvenil, me da un poco de nostalgia recordar, pero a la vez una sensación de gratitud hacia la vida por haber dejado que la música fluya en mi vivir.
Cada vez que he hablado con amigos y amigas sobre que les gustaría de una pareja muchos han coincidido en que toquen algún instrumento o quizás sepan cantar, creo que entiendo el por que, la música nos enamora, nos hechiza y nos lleva a lugares increíbles. En esta linea tube la oportunidad de tener cerca mío dos personas que cantaban, cada quien en su estilo, recuerdo que una de ellas solía decirme te voy a enviar una nota de voz con una canción cada día para que puedas dormir o simplemente para que me recuerdes. Creo que fue uno de los detalles mas sinceros y bonitos que pude experimentar, en este segundo me teletransporte a ese día, ese lugar y esa canción, vuelvo a ver en mi imaginación a esa persona y las ganas de quedarse en mi vida en ese día.
Que haríamos sin la música y sus tantos géneros, los colores y los sonidos que hacen que dancemos en el viento, que tengamos esos instantes libres de la mente mas que para recordar las letras de aquella canción que tanto nos gusta. Siempre he creído que la música es liberadora, nos provoca todos los sentimientos que podemos o que nos pueden hacer experimentar los humanos, podemos llorar, reír, gozar, saltar, volar....con solo sentirla.
Un tiempo de mi vida la música sonaba únicamente en HZ, llegue a descubrir estas frecuencias que en teoria iban en tonalidad con la vida, con el universo y el equilibrio constante para aquietar la mente, me sirvió de mucho la verdad, encontré el silencio que necesitaba, espero pueda comprenderse la metáfora, pero fue así. Cada vez que recuerdo en una tonalidad o sonidos regreso a ese mismo lugar, a ese instante de lo que sea que haya vivido, lo vuelvo a sentir como que estuviese pasando nuevamente y todo vuelve a empezar y toma sentido.
Hoy, tengo algo más de nostalgia en mis líneas, de una u otra manera esto de querer sentir la música y en especial romántica quizás nos vuelve un tanto mas vulnerables a momentos de un viernes solo por la noche en casa con el silencio absoluto de la luna y el color de la vela roja que esta encendida iluminando este teclado.
Quiero volver a sentir música en mi vida, de esa que me levanta el ánimo o me recuerda sin nostalgia con nombres y apellidos, personas, lugares o momentos vividos que de seguro independientemente del resultado, conociendo mi ser y esencia fueron a plenitud al todo o nada con determinación. Volveré a esbozar escritos, letras y rimas que de cuenten un pedazo de la historia mía, de mi andar por la vida y linea recta en la cual hoy transito.
Llenaré la casa de instrumentos, que quizás nos sepa como usarlos, pero que quizás me recuerden ese gusto que tengo para sentir la vida entre sonidos, iré a los concierto que tenga que ir y sentiré cada canción como que fueran mías y así disfrutaré de esa sensación de ver vibrar el alma no solo mía si no de muchas personas que la llevan consigo al igual que yo.
Que la vida me siga permitiendo sentir, escuchar y descubrir en cada letra que esta historia, alguien mas la ha vivido y que ha tenido el coraje y la decisión de contarla.