La complicidad de tomar un café
O es la excusa perfecta para cohincidir?
11/16/20233 min read


Quiero imaginar que desde que existen las ganas o la intensión de conversar con alguien, se empezó a usar veámonos para un café!!! La bebida mas tradicional de los dates quizás? O la salida perfecta para demostrar buenas intensiones en la salida ?
Esta vez y por segunda ocasión degustamos Mike Bourbon en Quito, un lugar super acogedor, pequeño y casi casi escondido para los ojos que buscan los lugares instagrameables
Al ingresar ya te envuelve el olor a café del bueno recién preparado, es imposible no ceder a tentación de quedarse mirando las máquinas y todo el proceso de molido y extracción que hace que el olor sea aun más penetrante a los sentidos.
Buscar lugares como estos nos llevan a saborear diferentes aromas de café y sus combinaciones, no preguntamos cuál es el que usan, sin embargo esa respuestas fue aclarada el momento en que las bebidas llegaron a nuestra mesa, una descripción exacta de lo que habíamos ordenado, el origen, el sabor y la forma de preparación estaban más que explicados dando un plus al lugar y la forma de aprender un tanto más sobre la experiencia cafetera del lugar.
Saber o no saber de café no es lo esencial en una charla o date que se pueda tener, más sin embargo es un tema de conversación que puede ir bajando la adrenalina o la ansiedad del momento, me pareció super didáctico incluso la forma en la que las chicas del lugar supieron contarnos lo que habíamos pedido, acompañar con un postre sin duda será una buena idea, ese día nuestras opciones fueron limitadas por lo que el café fue suficiente.
Ya en el tema de este día, me he dado cuenta que usamos estas salidas con frecuencia para poder conocer a alguien, retomar viejos amigos o incluso pretender que es un plan sano e inofensivo ante las maldades y desconfianza que hay en nuestra sociedad, en mi ciudad hay miles de cafeterías y casi todas siempre están llenas de personas contando una parte de la vida, es imposible no escuchar las conversaciones de la mesa de alado, en especial cuando hay gente que no tiene reparo en subir la voz y pretender que es normal que todos sepamos lo que están hablando.
Compartir tiempo y vida es gratificante por donde lo miremos, encontrar el lugar, el tiempo determinado para hacerlo es clave en la sociedad actual en donde necesitamos conectar más, donde las pantallas nos han robado ese espacio de mirarnos a los ojos y poder sentir lo que hablamos, poder escuchar con atención y sin distracciones a la otra personas mas allá de la consideración o el respeto que se debe tener según mis principios y valores es una herramienta fundamental para volver al centro, al interior que se va apagando cuando lo que todos buscan es proyectar un exterior perfecto y vivido.
Me he permitido en estos últimos días poder vivir estas experiencias de salir a tomar un café y conversar de la vida con amigos y nueva gente que ha venido a presentar sus ideas en mis días, me alaga el poder coincidir con aquellos que están en un mismo nivel de conciencia, sin pretender que existan buenos o malos, solo que estando ahí en ese mismo lugar todo fluye de manera más sutil, las conversaciones tiene un va y viene, las ideas son respetadas y los sentimientos son comprendidos, las sonrisas no faltan así como los abrazos de un hasta luego, vale la vida volver a hacerlo.
Si no es un café, que sea una fiesta , un concierto, un brunch o lo que sea que nos vuelva a conectar físicamente para alejarnos del mundo digital por unos instantes, un par de horas, todo lo demás va ha estar ahí al regreso, te enterarás en en feed, en las historias lo que paso en tu ausencia digital, no te perderás de nada, pero si a la persona que esta a tu lado no le has puesto la atención debida, es posible que la pierdas, o que quizás no hayas podido conectar y ser ese apoyo, esa escucha que buscaba al momento de proponer aquel café.
En mis salidas doy gracias de haber podido conectar con cada una de las persona que tuvimos las charlas y las exposiciones de la vida del ayer, del hoy y hasta del mañana, gracias por dejar sus celulares a un lado, por excusarse para contestar a hijos, padres o amigos de manera oportuna y poder compartir minutos entre risas, llantas y propósitos.