La autenticidad de los actos
Entregar desde el interior, desde la esencia
11/10/20232 min read


Una de las frases que leo con frecuencia en redes sociales, es la del libro el principito donde se menciona a la rosa y su belleza y como los humanos hemos dejado de contemplarla para poseerla, esta metáfora en los últimos años me ha ayudado a comprender un poco mejor el saber dar desde el interior, ese que no necesita recibir una gratificación o reconocimiento instantáneos.
Sacudió cada parte de mi fibra cuando puede darme cuenta las veces que arranque una flor o las que pretendí que sean mías y poseerlas de manera absoluta que sienta la seguridad de que nadie me las puede arrebatar, no se de donde nacía ese sentimiento de inseguridad, no se si fue los sistemas de creencias con los que crecí o simplemente apegos infundados que en su momento llegue a sentir.
Ahora, desde una perspectiva diferente de la vida y haciendo un poco de memoria a mi pasado y las decisiones que he tomado en la vida siento que he podido entregar lo mejor de mi la gran mayoría de veces, y esto lo aplico a todas las relaciones sociales, familiares, sentimentales, en cada una de ellas he podido ser libre para entregar desde el interior, desde lo que podemos llamar, la buena intensión y la puedo resumir como el propósito de quedarse, de ser a largo plazo, como era antes, la convicción de hasta que la muerte nos separe, pero con una particularidad que hoy hace eco en mí, "hasta el día en que me lo permitas".
Lo que ahora reflexiono sobre esta frase, es el tiempo que me tomó aceptar que ya no había cabida de mi presencia en dichos espacios de vida, varias veces me lo supieron expresar con cada silencio, con cada negativa o exigencia fuera de contexto, dicen que el amor te deja ciego o te lleva a lugares que encierras la verdad en cápsulas lejos de ti y pues quizás eso también paso y en su momento solo extendí el proceso por no querer aceptar.
El tiempo siempre será relativo, si ganaste o si perdiste, si fue a tiempo o demoraste, en fin, que mas da, nada de ello se puede modificar, pero en la reflexión final de lo vivido, solo en tu interior, en ese espacio de silencio y de introspección de lo sentido, están las respuestas a cada una de esas interrogantes que no hacían sentido días atrás, están ahí para ti, para contarte o recordarte esa parte de la vida en la que sentiste, diste, hiciste u omitiste ser.