Invierno!
91
12/14/20243 min read


Empieza a llover un poco mas en este época de diciembre para mí es tan mágico ver la neblina cada mañana aparecer sin permiso por mi ventana, con la cortina arriba por que no quiero perderme nada de lo maravilloso que es despertar un día mas, el agua que refleja mi mirada tras la ventana.. me acaricia con un buenos días, pero mi mente vuela a los recuerdos e intensiones de que las cosechas empiecen a despuntar y las metas lleguen a cumplirse en un día como hoy que se convierte en el 91 y con él, una certeza de tener la materialización de un sueño.
El inverno si es que así podríamos llamarlo en mi ciudad, es la mejor época del año desde mi sentir, no por que sea navidad y todo lo que con lleva, no por que puedo lucir todos mis sacos y esta debilidad que tengo al comprarlos, estos días de colores grises estremecen mi alma de par en par, pero es un arrullo constante que me hace sentir vivo, el agua me hace sonreír, disfruto de caminar bajo la lluvia, sentir como se lleva de mi toda energía opuesta a mi presente, me limpio como lagrimas y camino entre lo que siento.
Estos días de frio constante que no calan en los huesos, son un tanto desbordados en la conciencia resquebrajada de todo aquello que la oscuridad nos invita a suponer, pues la mente inquieta se apodera de nuestra esencia llevándonos a lugares que temporalmente complacen cada una de las fibras de los deseos, apenas y escapamos del ayer entre tanta prisa del mañana, que no nos detenemos a pensar si es que el estado actual es realmente donde queremos estar.
Pensaba y mas bien volaba entre estos universos paralelos en los que suelo frecuentar por convicción propia, ya que en ellos me descubro presente, activo y consiente como esta tarde, uno como esos en los que si quizás, me recuerdas y por esas similitudes de espacios y te hace falta uno de mis abrazos, esos que podrían componerlo todo por el simple hecho de respetar la vida, el amor y la cordura de poder permanecer acompañándote mientras limpias cada pedazo de tu alma, por que he estado ahí, en ese abismo del miedo y la ansiedad consumiendo mi vida constantemente mientras y apenas podía respirar, cuando mis ojos no querían ver más y el cuerpo se dejaba caer.
La idea siempre fue que esas sensaciones tengan menos protagonismo que comprendas que pueden cuidar de ti, sin pedir nada a cambio o buscar un interés en particular….es solo saber reconocer los estados de la noche oscura del alma en la que nos encontramos y con ello una firme esperanza de días mejores, de soluciones a las dificultades al encontrarnos desvalidos y en penurias…todas las que nos llevan abandonarnos una y otra vez…pero de pronto... regreso a pisar firme y recuerdo que los espacios son solo eso, llenados por un querer, una intensión o un pánico escénico de reconocer que nos hemos dejado.
Mis inviernos los asocio con todos estos días en los que soltamos las expectativas y nos dejamos llevar por lo que la vida pueda ofrecernos en indefensión, como la magia de la navidad cuando eras niño y esperabas el regalo prometido, está en los estados de silencio que permiten que la vida fluya entre paredes y vitrinas de lo que podría ser, de un mañana o de un contexto exclusivo de permanecer en algún momento, lugar o espacio.
Ayer nada mas mas un amigo me decía, colega pórtate mal este fin de semana, entre risas respondí, el lunes te cuento.....y heme aquí en el mismo lugar sin poder comprender que significa portase mal, que es lo que hay que hacer para que en esos momentos uno pueda abandonarse una y otra vez en esencia para liberar penas, angustias, frustraciones, sexualidad descontrolada (hace rato que no tengo sexo, me gusta hacer el amor), quizás una borrachera me pregunté, ante lo cual destapo un corona, pero nada cambia, talves algo como lo que alguna escuche atónito, solo pasarla bien y divertirse....y es un boom en mi recodos, sería como regresar en el proceso de evolución, abandonando el amor que hoy me gobierna por instantes de placer, alcohol, posición o alimento del ego, aterrizo.....pues desde esta perspectiva marciana con la que llevo los suspiros, aun creo en el sentido de respeto, ser, estar y permanecer en mi conciencia.
Sigo siendo la misma persona, nada ha cambiado en mi esencia, amo el invierno, la primavera, el otoño y el verano, voy por la vida descubriendo la mejor versión, aceptando la edad, los años, el porte, las canas, las arrugas como parte de mi ser, todo lo que me recuerda y hace que reconozca este paso maravilloso por la vida y como he sabido ir descubriendo mi transitar por los espacios de todos los que me acompañan... de momento, mientras les comento como es mi forma de ver la vida desde esta sencilla manera de amar.