Información abrumadora

Son como vendavales de momentos y circunstancias que me hacen cuestionarlo todo, me pregunto a cada instante porqué ahora?, porqué se presenta de esta manera?, así tan abrupta, llenando de mensajes, indirectas y claves a descifrar que apenas logro recibirlas entre suspiros y sensaciones de vacío que no caben en palabras.

Es como que hubiese elegido el día, el momento, como que a propósito miro escenas que me resultan familiares, como esas veces en que sueño aun despierto sobre algo que podría suceder, como un recuerdo del pasado o quizás de una experiencia anterior que apenas la he podido recordar, es como una mezcla de incertidumbre con angustia, pero exactamente no puedo descifrarla.

Que pasa al otro lado, en ese lugar en donde estas y que por algún propósito mayor aun es ajeno el camino que recorrer. Mientras divago por la vida y pretendo describe entre cejas y pestañas, hasta el cabello me confunde, las pistas ahora son muy pocas pero contundentes, me dejo llevar por la tarde y miro como la vela se apaga mientras aun sigo preguntando, donde estas?

Vivo pensando en el tiempo y como este hace que la vida vaya bien y siga su curso, pero en estos últimos amaneceres algo se transforma y no logro descifrarlo, mas si puedo sentirlo en cada mañana en las que miro al horizonte y me bendigo por que ahora no encuentro otro calificativo, es como una oración de católicos que la hago hacia mi mismo asegurando que quizás ya estas cerca.

El universo y sus mágicas formas de expresarse confabula con el tiempo y con él, el sol da la vuelta otros 365 días que multiplicados por 44 son una matemática imperfecta, le falta esa coma, ese decimal o esa parte que la vuelve exacta y no con ello quiero decir que abandono mi individualidad y la manera exquisita de sentir mi almohada mientras descanso.

Cada metáfora se vuelve mas evidente, llena los espacios de respuestas y me empuja a seguir en este lugar como si hubiéramos quedado en encontrarnos, como si en un viaje corto en el tiempo hubiéramos decidido día, hora y lugar……ya no es el momento de buscarle mas explicaciones, me digo de tanto en tanto cuando las dudas y los complejos me asaltan en las tardes, en especial después de un café frio y una tibia caminata por la cuadra.

Cómo ha podido ser esto posible? Cómo se manifiesta entre murmullos esta sensación de respuestas incompletas, como miro la vida pasar entre humanos que pretenden ser tan solo una parte, mientras yo, los comparo lamentablemente…. Y sin poder encontrar esa esencia de ti que ronda en mis adentros.

Como les explico que no eres tú, que de una u otra manera te respeto en silencio, en soledad, estableciendo límites a buenas almas, que solo han venido a llenar de instantes y grandes sonrisas aquellos momentos en que te me escapas de la mente. Que complejo este presente tan ajeno de nosotros, ya no alcanzan los recuerdos y me rindo ante incertidumbre sin saber si es que te encuentro.

De repente, mientras te escribo, inmediatamente a mi mente el sonido de tu voz, llega para familiarizarse con la sensación de sentirte cerca, como si pudiera predecir un día, un momento, un lugar o un espacio que habíamos reservado para el encuentro. 

Extraño tanto tu valentía ante la vida, esa manera impredecible de llenarme los recuerdos, pretendiendo a la distancia permanecer inmóvil como esperando mi momento. Son kilómetros de pasado que nos vuelven tan ajenos, aquellas sensaciones que han usurpado la memoria, olvidando aquel acuerdo que pactamos hace tiempo.

Se apaga la vela y cae la tarde, el balcón se llena de colores y música de otras sonrisas, de otros humanos que a lo lejos contemplo mientras respiran y sienten la vida intensamente, esa manera inmediata de gratificar sus instantes y celebrar que aún respiran, ya no me comparo, mas bien los disfruto, mientras en conciencia, espero que aparezcas.