Entre el 99% y el 1%
Matemáticas al fin y de cuentas
10/10/20243 min read


Tenemos esta costumbre de pensar, actuar y hacer parecer mas importante pequeños fragmentos de la vida, esos que nos revuelven los recodos y llegan a ocupar ese gran 1% de un todo, la parte extraña de la cordura que nos aleja del presente moviendo los hilos del pasado hasta convencernos que mas vale una ligera pero transcendental pausa que recordar todo un camino, y claro lo comprendo, siendo la vida ahora y fluctuando entre la superficialidad de los momentos, la gratificación instantánea …..como no permitirnos dejar que se apodere de nuestros sentidos ese pedazo del pastel que en teoría sabe a certeza, a nosotros, a nuestros miedos, dudas y contradicciones.
Enfocados en este punto, todos los semáforos tienden a ser amarillos, con tendencia a rojos y con ello cientos de alarmas encendidas en las muñecas en los veladores y todos esos aparatos que gobiernan nuestros latidos y las horas constantes de sueño que se desvanecen en el tiempo por que saben a historias contadas a nuestra manera, desde un lado de la moneda y perdiendo constantemente la objetividad.
Siempre supe que es mejor cuando hay que hablar de dos, de tres o de cientos, empezar por uno mismo, una afirmación de canción que llena de coherencia las palabras, me conmueve el pensar en la lógica que aborda dicha frase y como puedo en pocos segundos aterrizar las ideas, alinear los chacras, solo frente al espejo, solo al mirar el reflejo de mis pupilas que empiezan a contarme el resto del pedazo de vida que en ocasiones suelo olvidar, este 99% de mi día a día, del hombre que soy, que fui, que quiero ser y que con el pasar de los días va recomponiendo su figura, sus ideas y hasta las entrañas.
Me descubro entre la gente bajando por el metro al pasar por el malecón llenos de colores y karaokes, entre miles de recuerdos que bordean mi cabeza cuando al dudar de mi se me atraviesa con un par de ideas descabelladas de volver a abandonarme, de no saber reconocerme y permitir que el llamado destino juegue conmigo a los humanos sometidos a la verdad y juzgamiento de terceros.
Como se llega a estos lugares?, que es lo que sucede para permitirnos dejar pasar la vida, las personas y las oportunidades al enfocarnos en tan poco, teniendo tanta dicha en la palma de las manos, en las cartas que escribimos, los detalles que se manifiesta en el aire en, las cosas y los espacios compartidos como las velas encendidas que llenan los aromas de la cama mientras el sol se oculta levemente en un piso 14 de ventanas entre abiertas.
Donde quedan todas esas piezas del rompecabezas que componen nuestra historia, una ficha descolorida no puede borrar todo paisaje que solía alegrar nuestras mañanas, no debe congelar las ilusiones, las sonrisas y los labios entre abiertos, estas ubicaciones que nos teletransportaban a la presencia infinita.... en conciencia, en libertad, en seguridad y confianza.
Que tiene que pasar para poder encontrar la armonía y el balance a la vida, para pensar y sopesar en un todo que nos lleve a donde queremos estar, a sostenernos y cuidarnos en el tiempo, en el cuerpo y en la mente, para dejar de seguir perdiendo aire, este que permite llenar de oxigeno no solo los pulmones, sino el alma, el espíritu, ya que coincidir de estas maneras la vida misma no permite se repita con frecuencia.
Al final de todo este porcentaje sigue siendo parte de esta matemática endémica que se apodera de nuestras decisiones, de estos espacios de valentía o cobardía, mezclados con inconsistencias de conciencia que nos gritan que somos humanos, nos recuerdan la fragilidad del alma y nos alejan de las oportunidades de sentir un para siempre.