En las buenas si, pero las malas?
Condicionándolo todo
8/14/20232 min read


Estamos presenciando un mundo totalmente egoísta donde se centra el YO por sobre todas las cosas, nos han inducido este mal llamado empoderamiento del ser que nos ha dejado sin esperanzas en especial a los que pertenecemos a las generaciones de los 70s y 80s.
Básicamente esta bien desacertar lo que ya no suma o aporta "según tu estado de reflexión y conciencia", es mas importante buscar tu paz interior, sanar tu ser, que abrirte a la posibilidad de arreglar las relaciones, el trabajo, la profesión, hogar, familia.
No buscamos saber las razones, los origines o las posibles soluciones que la vida pueda presentarnos para cuidar, proteger y crecer en cualquier aspecto de la vida. Nos gana el miedo a perder, perdernos quizás, por que todo lo demás no es vital en la vida me refiero a las cosas materiales.
Las redes nos inducen a ser quienes no somos, una foto bien camuflada con filtros donde las imperfecciones se esconden. Un video, una historia que cuenta el lado divertido del momento y que ese quizás tenga un lado no tan afortunado antes de ser captado.
Somos esclavos de la apariencia, de la moda, las marcas, el estatus o pretender ser ejemplo de otras personas que no tienen esa posibilidad de vivir sensaciones, lugares, placeres, comidas. Muchas veces esto es a costa de nuestra propia integridad como humanos basando estos momentos en nada mas que un show mediático.
Todo ello hace que ya no busquemos el bien común, si no el bien particular, si yo estoy bien lo demás puede estar bien, nos han dicho espiritualmente y hace lógica, tiene sentido pero...….hay extremos en los cuales el ego y la mente hacen que perdamos el enfoque que vinimos a vivir en sociedad y el bien común es lo que haría que habitemos en un mejor lugar. Y me pregunto si las parejas que son 2 no pueden sobrellevarlo que podemos esperar del mundo como tal.
La dualidad de la vida nos hace vivir en estas polaridades constantemente para demostrarnos de que estamos hechos, cuanto somos capaces de ceder, esperar, ayudar o inclusive cuanto tardamos en irnos de lugares donde ya no pertenecemos. La inmediatez de la vida y lo efímero de los momentos hacen cada vez más que decidamos por abandonar cualquier idea, sentimiento o circunstancia que nos aleje de nuestro bienestar ya sea económico, social, espiritual, el problema es que abandonamos sin intentarlo a conciencia plena y decisión absoluta.
Vengo de una generación de resistencia, de lucha más no de pelea, esa que no abandonaba con facilidad, que daba la vida por los colores no se diga por la familia, por el amor, los hijos. Me cuesta un tanto comprender como la sociedad actual vuelve desechable absolutamente todo, las razones! es lo que menos comprendo, mas sin embargo acepto y me escabullo entre esas personas para tenerlas lejos de mi círculo de amor y confianza, las respeto, las honrro pero no las quiero cerca. Puede sonar muy duro y poco empático, pero prefiero compartir vida, esa efímera que tenemos con la gente que comulga en un buen porcentaje mis principios, valores y formas de sentir y expresar.