El valor de saber confiar
Testimonios de presente
5/16/20253 min read


Todos los humanos enfrentamos un reto que muchas veces pasa imperceptible por la vida, es un principio o una revelación que nos permite de una u otra manera tomar rumbos, decisiones y transitar por los días algo mas ligeros de equipaje y este es: querer, poder, saber.... confiar.
Claro está que esto sucede en un universo paralelo en donde desearíamos que así fuese pero el presente es diverso, variado o multicolor como el planeta mismo, pues dentro de cada uno hay espacios de poder, de miedo, de inseguridad o interés que nos mueve las fibras de manera tal que este gran acto de confianza tiende de un hilo muy ligero que ante el vendaval de emociones que nos gobiernan usualmente es el principio del final ....de algo.
Confiar no es para todos, es para quienes tienen las agallas de escuchar, pero.... no para juzgar, mucho menos para acomodar rompecabezas mentales los que mediante la confrontación buscan llevar a los estrados.. un juicio de valor, en base a las evidencias contadas de parte y parte, sin relevo de pruebas y en un lugar incómodo en donde el que quiere sentirse bien, es quien mas acomoda dicha verdad a su manera.
Nuestra especie es así de mística, de controversial, es por ello que preferimos no hacerlo, dudamos de todo lo que escuchamos a no ser que sea un chisme de farándula o se tenga tanto contenido social que nos permita sentir la certeza de que es verdad. Estamos tan acostumbrados a pensar que todo se mueve por intereses que hasta se nos escapa el sentir y saber que existe ya en el planeta, personas que han podido comprender una parte mas allá de la existencia misma, al abandonar el protagonismo, el ego o la vanidad.
He escuchado tantas veces de gente cercana y que me conoce que soy demasiado confiado, que debo hacer algo al respecto pues uno de los golpes mas bajos que recibo usualmente es abrir los ojos a una realidad tan distinta al cuento que me había hecho es esas palabras que sonaban a verdad. Me sigue pasando, confío en las personas, en su criterio, en como enfrentan las cosas, en sus propósitos y como no, en sus intenciones aun me cuesta comprender que el mundo es el sacrificio de unos cuantos para el beneficio de otros pocos.
No importa el origen, el lugar o las situaciones, todo es una estrategia montada para crear y hacer que algo suceda en ese modelo social que se ha creado, esta estructura planetaria que gobierna la vida de todos aquellos que no se han detenido un momento a reflexionar un poco sobre lo que pasa tras bambalinas, somos espectadores momentáneos de temas irrelevantes, los tienen tan entretenidos que de a poco entre lo que llamamos trabajo, dinero, posición y poder ....se escapa la mejor de las experiencias.....compartir.
Merecedores de la verdad nos sentimos todos, proclamamos lo honestos que somos, lo éticos y como no tenemos rabo de paja, estamos a punto de ser canonizados y admirados por nuestra lealtad.....lo que nadie llega a saber con certeza es a que, a quien y hasta cuando. Pero el planeta se mueve a ese ritmo, esta experiencia es sin duda una lección mas del universo para mi aprendizaje, confiar es una de mis virtudes, algo que puedo hacerlo sin dudar, pero ahora luego de muchos reveses, le pongo una pausa, pues no todo el mundo merece tener el privilegio de ser parte de esta alma, cuerpo y mente loca que ama, cree y construye.
Este valor que he ido desarrollando necesita un espacio para ser cuidado, para ser entregado a esas almas que con el tiempo han permanecido ahí, pescando a la orilla de este río en silencio, con los brazos levantados, sin elucubraciones, sin expectativas de que haga, sea o decida algo para hacerlos completos, felices o merecedores de algo mas que mi sola presencia, esta que abraza, cuida y protege.
Un minuto de paz, un tiempo de descanso, de liberación, ahora es necesario para volver al centro, para tomar decisiones, para disfrutar de esta oportunidad de sentir la vida....mas aun sabiendo que va bien....con todo lo que se presenta, hoy libero de mi este peso innecesario de pretender, de resolver lo que no me compete, suelto las expectativas de lo que podría hacer con mi capacidad o talento y dejo que la materialización sea la justa y necesaria.
Que el silencio sea nuevamente mi compañero de camino, escuchar, comprender y callar, mientras el universo de seguro ubica el camino hacia donde deba estar y pertenecer. No me vendo, no tengo precio, no soy objeto de intercambio comercial, siento la certeza de que tengo lo suficiente para respirar, crear y amar mi vida como es....con estos colores grises, verdes, amarillos, rojos o púrpuras.