El tiempo que te puedo dar!
No puedo ofrecer más que un instante, ese ratito nada más en el que te conozco y te reconozco
10/2/20232 min read


El tiempo, lo juzgamos, lo valoramos o lo apreciamos por la cantidad o por la calidad? Nos podríamos poner a filosofar y tener un debate constante por que cada criterio tendrá sus razones, sus argumentos y su forma de defender la posición, claro que si como todo en la vida.
Usualmente buscamos etiquetarnos en la vida, saber que somos, quienes somos y a quien pertenecemos, esto ultimo basado en que vivimos en sociedad y de una u otra manera, errado o no, sabemos desde la conciencia que somos al menos 2 en un viaje sobre este planeta.
Siendo así, este sentido de pertenencia hace que tengamos la necesidad de identificarnos en el tiempo o con él, ser o pertenecer a una familia, negocio, empresa, marca se ha vuelto algo común o quizás indispensable en ocasiones para muchas personas. Si tenemos esta base, imaginemos entonces como hacemos para identificarnos con el aspecto más importante de esta experiencia humana, el amor! Como lo etiquetamos en nuestra vida, a quien pertenecemos más allá de que somos perfectos individualmente.
Hoy por hoy cuando las estructuras se han modificado a un grado que los de mi generación 80s aún no lo pueden comprender o aceptar, donde se batalla por lo que fue y siempre ha sido vs lo nuevo actual y hasta empático. El amor, se ha vuelto esta parte libre y para muchos incomprensible de vivirse, amor dicen que esta manifestándose en muchas formas de expresión cada una de ellas respetables eso sí.
Para mi en la actualidad y como el planeta gira, siento que una de las mejores formas de expresar amor es el tiempo que nos damos y que damos a quienes hemos decidido compartir instantes de vida, siendo tan efímero como es todo, ya hemos aprendido a compartir comida, techo, cuidados....pero ahora cuando la montaña rusa tiene muchas subidas y bajadas, cuando nos hemos encapsulado en instrumentos que caben en la palma de la mano, que nos absorben y se llevan de nosotros lo mas valioso que tenemos "el tiempo".
Que capacidad de atención tenemos para con quienes compartimos vida, cuanta necesidad de guardar los momentos en una foto puede llevarnos a perder el hilo de una conversación que quizás es trascendental para quien nos la cuenta, cuantos atardeceres se pierden mientras debatimos la posición de la luz en la foto, cuantos almuerzos se enfrían mientras debatimos la postura perfecta del emplatado.
Ponemos atención al chisme, a la noticia urgente o dramática sobre la vida de alguien mas que jamás sabrá de nuestra existencia, pero que hasta idolatramos por lo que sea que haga bien o mal esa persona en su vida, esa vida ajena a la nuestra. Y regresamos a ver y mamá o papá, hijos, amigos están ahí esperando ser escuchados y vistos a los ojos, pero el tiempo que les damos es muy limitado por que nuestra atención está pendiente de una visualización externa.
En el tiempo que té di,
Me vencí, luche una y otra vez por estar presente en ese instante,
En el que de tus labios salieron aquellos besos,
Cuando paraste el tiempo con tu sonrisa,
Borrándome el pasado sin pedirlo.
En el tiempo que te doy,
Me quedo congelado en la imagen de una foto,
guardando en silencio el sonido de tu aliento,
retando a mi mente a no pensarte,
tan solo recordarte.