Donde las reflexiones suceden

Desde hace tiempo atrás encontré un lugar familiar o quizás algo que notaba la particularidad de lo que tenia que ver conmigo y con las cosas que podía sentir pero talvez no explicarlas del todo, los dos últimos años de mi vida han sido distintos, el aeropuerto de turno se convierte en el lugar de mis mas profundas reflexiones sobre mi presente, pasado y claro que si un poco de futuro inmiscuido en el, pues dentro de todo lo que mi cabeza elucubra están los siguientes pasos que voy a dar y que mejor que este lugar donde todos somos pasajeros del destino, todos somos ese instante del adios, del reencuentro o del volver a empezar.

Hoy cierro otro capítulo mas de este libro llamado vida y todo lo que conlleva el entre viaja y viaje pasar 7 meses lejos de mi casa, del lugar que se ha convertido hoy con mas certeza en ese lugar seguro en el cual siento nada podria pasarme, no es una justificación ni nada similar, pero a esta edad bordeando los 46 es como que siento debo parar, esta idea de recorrer el mundo y vivir experiencias desde mi solitud y la idea de que todo estará bien para un siguiente vuelo.

Es un tanto de cansancio mental, agotamiento físico y esta forma de drenar mi energía que han tenido ciertos humanos que han transitado por mis días y que apenas y los pude entender, pero que dentro del proceso de aprendizaje y apertura que tengo a todo lo que manifieste el universo para mi, permití que acompañen mis dias pese a saber desde hace tiempo que una vez instalado en su ambiente....tomaría tiempo el poder salir de ahí y lo mas especial de todo, es que sabía que me llevaría conmigo un para de cicatrices tan solo para recodar este punto de inflexión.

Hoy aprendo a hablar con las pausas necesarias para detener el impulso de contar algo, de responder al instante algo que ya se o un consejo que nadie me solicitó pero que dentro de mi siente la necesidad de decirlo.  Cada nuevo momento que acabo descubrir con una decisión mas de esas que me encantan, de las arrebatadas, de las que no piden permiso a nada ni a nadie, sino, son solo producto de lanzarme al espacio completo que mi intuición sabe que debe ser, lo que no queda espacio a la duda para intentarlo hoy una vez mas.

Atrás queda Sam, Jessica, Dany, personas que de una u otra manera compartieron conmigo instantes de lucidez, de miedo, de elocuencia y claro que si de la vulnerabilidad humana que no escondo por que dentro de mi espacio libre de expectativas, me permito ser lo que pueda ser para con quienes estoy de momento, a tiempo presente, a cariño intacto al sentirme de una u otra forma protegido tan solo por saber escucharme, esperar o quizás pretender ayudarme. 

Lo que viene no me pertenece del todo, sin embargo lo acepto, se que el propósito mayor se manifiesta cada vez que cierro los ojos y dentro de mi algo se transforma, algo cambia y con ello voy por la vida como Vanessa, como Geovanni y esa gente que no espera algo de mi, pero están dispuestos a darlo todo por llevarnos momentos de compañía de amistad, de saber que estamos ahí pese a que no siempre tenemos la oportunidad de abrazarnos y contarnos lo relevante que es la sola presencia.

A donde regreso es ese lugar que siempre fue mio, donde esta quien mas aporta a mi vida... mi hija, quien de a poco se ha convertido en ese complemento de mi lugar seguro, siempre pendiente de mi estado de ánimo, de como estoy y siento, apoyándome incondicionalmente en cada aventura o desacierto que he ido sembrando y cosechando en la vida. En realidad me siento tan afortunado de poder vivir esta experiencia humana una vez mas desde este espacio de reflexión, de agradecimiento y plenitud, pues no me llevo nada de lo que no me pertenece, entrego todo lo que me resta y acepto y respeto la voluntad de dios, del universo.

Hoy la vida sigue yendo bien, empieza una vez mas como cada mañana, como cada vez que tengo la oportunidad de ser libre y decidir lo que el alma ya sabe que es parte de mi ser.