Distorsionado

Cada día nos enfrentamos a realidades que muy pocas veces tenemos las agallas de aceptarlas como son, nuestro sistema de defensa se activa ante los posibles ataques, rechazos o selecciones inversas que nos dejan como fuera de la jugada, esa que pensábamos que la íbamos desarrollando de forma apropiada, claro está de acuerdo a nuestro nivel de conciencia, profesional o de empatía para con el resto de los que nos rodean o los que quisiéramos que estuviesen aquí.

Esta confrontación que tenemos de realidad es lo que marca siempre un después, ya que el antes no hace sentido, no sirve de mucho saber la percepción de la realidad anterior cuando todo consume un presente diferente, mas aún cuando te has enfrentado a una pared, una ola o una horda de palabras que no contribuyen a proporcionar algo que haga la diferencia como para encontrar nuevos caminos.

Ahora, comprendiendo lo efímero de todo, pero no desde el cliché, no desde esta parte superficial de creerse irrompibles y pelear con el viento en contra como si pudiéramos cambiar su dirección, si no desde la practicidad del espacio que se manifiesta en el silencio, cuando ya la reflexión sincera llega, manos al aire, guardia baja, solo sentir que es lo que acaba de suceder y desde ahí con un tanto del amor que nos gobierna, decidir.

Si, la vida es de decisiones y las consecuencias mayoritarias de quien las toma, en especial las que cambian el pensamiento, la actitud, un posible resultado y hasta la forma en la que nos comunicamos ya sea con amigos, familia, compañeros de trabajo y claro que si con el universo.

Es por ello que luego de un par de días de incomprensiones diarias de esta rutina que creamos para hacer de nuestros días algo diferente, acepto que en esta matriz de vida existen muchas distorsiones, entiendo sus bases muchas de ellas son producto de fe, de creencias eternas o pasajeras, de autoestima, ego, vanidad, en fin un sin número de emociones que hacen que la vida se encamine con estas creencias.

Es tan fácil suponer (distorsión) una idea, una verdad, ahora mucho mas pues hay fotos, textos, post y hasta el silencio lo que hace que haya un poco mas de drama en esta existencia. Pero resulta que en ocasiones estas distorsiones son tan, pero tan alejadas de la realidad, del presente, que si no las llegamos a analizar nos podemos boicotear una y otra vez. Creer en algo, sentir algo no siempre tiene esta dosis de verdad que pensamos existe en el aire, la interacción con mas humanos hace que se vuelva tan particular que en determinado momento debemos enfrentarlos, hablar, escuchar y hasta poner pausa, para con esa información comprender un poco más cuales son sus ideales, anhelos, presente y sobre todo a donde quieren llegar.

Desde mi sentir, siento que el tiempo y la energía es nuestro activo mas valioso, realmente es la única posesión innata de cada ser humano, la cual hay que cuidar definitivamente; bajo esta reflexión, comprendo un poco mas la distancia, la escucha, la ausencia y los momentos donde se debe abandonar un plan, una idea, un proceso, personas, lugares que distorsionan nuestra vida con intermitencias, con inseguridades o con intereses que sobrepasen la empatía con las que llegamos a sus vidas.

Sigo en este proceso de aprender a decir a tiempo palabras que trascienden todo, saber decir: no, basta, alto, hasta aquí, no mas, avancemos, sigamos, seguro, si, bueno, todas ellas en conciencia plena de lo que pasaría, contribuyen a una aceptación oportuna del presente; a ello sumo un par de cuestionamientos como: para que?, me hace bien?, contribuye en algo a mis días?, me hace mejor persona?, pasan de ser un simple juicio a una charla activa con mi voz interior, el instinto que se despierta y regresa con fuerza para cuidar un poco mas de esta vida que va bien, que me gusta y agradezco por poder sentirla como tal.