Dinero y todo lo que acompaña.

La carrera interminable de todos los humanos que gastamos tiempo de vida para tenerlo

9/29/20233 min read

Tiempo de vida, es la reflexión más exacta y a la vez muy estremecedora que escuché decir a Pepe Mujica sobre lo que piensan que es el dinero, para que lo queremos, como la vida se nos pasa corriendo tras de él para poder conseguir satisfacciones de diferentes índoles, venimos ya con este chip en nuestro sistema de creencias como una regla general en como la sociedad se desarrolla, por que no podríamos decir evoluciona ya que la desigualdad es muy notoria por doquier.

Existe muchas formas de conseguirlo, no vamos ha analizar al respecto, pero cada quien es consciente de vivir una realidad, un presente que a la vez es tan ajeno y diferente al resto. Caminas por la calle y cualquier humano está buscando la forma de conseguirlo, la batalla es válida y desde cualquier trinchera las guerras se desatan.

Miramos siempre la verdad de enfrente para poder sentirnos mas cómodos o quizás para justificarnos sobre como lo hemos obtenido o inclusive en como lo hemos gastado. Es un constante ir y venir de sumas y restas que al final nos terminan dividiendo y segmentando en múltiples lugares de la sociedad que no permiten una igualdad constante.

Soy consiente que la vida misma se encarga de distribuir de la forma en la que se le da la gana los recursos, por que no encuentro otra explicación, muchas veces en más de una vida o quizás demasiado tarde para otros, pero al final del cuento llamado existencia nada de ello se va con nosotros.

Sentir la responsabilidad de pagar cada centavo, ese es el trabajo interminable de las gran mayoría de humanos que transitan en esta sociedad, compramos cosas con dinero que no tenemos, porqué pensamos lo recibiremos algún día, pero para ello, entregamos toda nuestra energía vital a diario para mantenerlo.

Que pasa con la gente que no tiene en realidad, como es su situación tan desbordante que cruzamos fronteras para buscarlo? realizamos esfuerzos sobre humanos para poder subsistir, y me pregunto en muchos casos para que?

He leído de muchas personas con dinero que no han conseguido la felicidad o mas bien dicho la plenitud en los días, ese equilibrio armónico entre lo que vives, sientes y disfrutas con todo ese dinero. Hemos sido testigos de las excentricidades que provoca tenerlo en exceso así como la devastación total de personas muriendo por no tener que comer.

Son lecciones de la vida todo esto? nos pone a reflexionar el hasta cuando? o cuanto?. Me ha sucedido que se quiere más y más, entramos en esta carrera de conseguirlo para llenarnos de fotos, comida, ropa, viajes, estudios....y luego, que viene después de sentir la gratificación de haberlo conseguido?

Nos ha dividido desde siempre, es algo que no cambiara en la humanidad ya que hasta el momento no ha existido la voluntad de quien tiene demasiado en poder retribuirlo a quienes no, si se que suena mucho a cliché, pero se imaginan que pasaría si todos esos multi millonarios que existen en el mundo entero modificaran sus portafolios de inversión y empezaran por distribuirlo en el resto de países o personas que merecen una oportunidad de vivir diferente?

Seria genial que el dinero nunca nos falte, ya sea para comer y/o mantener un estilo de vida, de esos que no llevan apariencias o egocentrismo de creerlo tener todo y más. He pasado por una símil a crisis financieras que a mis 44 años que no pensé tenerlas, más sin embargo con la poca confianza que quedó en mí después de la pandemia y de haber emprendido toda mi vida en negocios, quiebres y pérdidas, vuelvo a sentir la necesidad de producir para vivir, con una mirada diferente al mañana, si no mas bien agradeciendo por mi sitio que pude conseguir después de haber trabajado en todo este caminar en la tierra, de haber cumplido como padre, hijo, hermano, tipo, novio, amigovio y todas las experiencias humanas sociales. Agradeciendo por cada alimento que puedo servirme y compartir lo mucho o poco que tengo.

He tenido la dicha de recibir con las manos llenas el cariño de pocas personas, que han llenado en mi alma con esa gratitud de haber sentido como entregaron lo mejor que tenían: su tiempo, su cariño, es decir todo eso que el dinero se los quita. Eso principalmente es el motor que debe impulsarnos a equilibrar esta vida entre lo que damos y recibimos, ya sea con dinero, con amor o con presencia.