Detente

Ni lo intentes

12/29/20242 min read

Para!, no te atrevas a seguir, a continuar, no me prestes atención, ni me insinúes un momento compartido en un futuro incierto que aún no tenemos la fuerza de voluntad de permitirnos ….mira que estamos a nada de volvernos una historia, de pasar de la virtualidad y la distancia a una presencia constante….basados en una misma forma de sentir los espacios, la gente ….el universo.

Detente ….es lo más prudente, aún el tiempo se va llevando pequeños estribos de olvido que permanecen en mis ventanas, aún el invierno sigue floreciendo en mis recuerdos llevándose varios segundos de energía mientras aprende a desarrollar esta idea de sentirme completo nuevamente.

Este libro que me trae de golpe los recuerdos que cada cosa bonita que pasó por mi vida hace poco, aún tiene ese efecto domino de hacerme daño, masticó su distancia, su ausencia y el vacío que deja, mientras aprendo a reconocer las sensaciones positivas con las que me ayudó a crecer y sobre todo a creer una y otra vez.

Que si lo tenemos claro ….que evidente que es ….silencios y pausas prolongadas de tiempo solo nos ayudan a reconocer la vida, el presente como tal ….aceptando esta idea de impertinencia a la voluntad universal cuando queremos desordenar lo que tiene forma escrita y destino ya marcado.

Que realidad más sincera la que vivimos, nada incómoda pues es es tan solo esta, la única que nos permitimos expresar, ideas y suposiciones siempre habrán, sin embargo ….motivos para detenerlas sobran….

Gracias a la certeza del momento, de la identidad que nos regresa al centro de la conciencia plena para evitar ….el cataclismo universal que sería compartir…..un segundo o que podría ser minutos….talvez un par de horas…..horas….vida….!

Es de suponer que este estado nos permite reconocer el tiempo, este que usualmente lo ignoramos y creemos que al sentir que la vida es ahora y que solo tenemos este instante …este instante nada más…..liberamos todo aquello que pueda contener las ganas, la curiosidad, las sensaciones de experimentar y vivir …sin miedo, sin certezas ….solo lanzarse al abismo confiando en caer de pie….y es eso …precisamente eso, es lo que nos detiene hoy, lo que guarda la prudencia y mantiene quieta la ansiedad, aceptando un no …..no….es el momento….paciencia.

Resiliencia lo llaman esta habilidad o practica para permanecer en un estado de paz y armonía constante mientras la vida se va desarrollando pues al final nada de lo externo podemos cambiar, nada más nos pertenece y solo atinamos en respirar.

La vida siempre me ha sorprendido con cada espacio del que me he permitido crear o permanecer, pues muchas veces solo he tenido que aceptar la vida como es, con estas vueltas de campaña o curvas peligrosas que voy recorriendo mientras experimento con las sensaciones del presente, esta manera de conectar con quien demuestre un poco de interés de ser parte de una historia.

Entre estas charlas y asombros me voy descubriendo, reconociendo toda esta capacidad de sostenerme, de avanzar y al final seguir con esta convicción de que la vida va bien, que respiro profundo, encuentro la magia de vivir cada día que he soltado las expectativas, cada vez que respeto mi individualidad de estar en presencia constante con el universo mismo, con todo lo que me rodea y no se diga con aquellos humanos que han permitido dejar una puerta o ventana abierta para entrar y salir sin tiempo, sin prisa, entre ir y venir.