Detalles que aportan en la vida

Esas decisiones que revolucionan el presente

7/7/20243 min read

Una vez me pregunté o mas bien dicho a diario me pregunto de que va la vida, que es lo que pasa en cada uno de nuestros segundos para revolucionar el presente, como es que en un determinado momento podemos llegar a tomar decisiones que lo cambian todo, que hacen que aquello que estaba en duda o en expectativa simplemente deje ser ese pedazo de espacio que robaba los suspiros empujándonos cada vez mas a tomar nuevas decisiones.

Provocamos los encuentros, todos esos instantes en que buscamos conectar con otro tipo de información, ya no las que nos gobierna a diario, es mas como para  comprender que el universo esta plagado de personas con tantas experiencias que podrían enriquecer nuestros días que decimos Si, a un café, una pizza para que la información pueda llegar de la manera menos prevista, pero que ha venido a manifestarse para permitirnos sentir algo diferente, aquel pendiente que teníamos tiempo atrás o simplemente para complacer un capricho que visitaba nuestra casa de tanto en tanto. 

Encontramos compañeros de tiempos, de momentos, de todo aquello que nos desconecta del presente impersonal, aquel que se lleva nuestras mejores ideas, abandonamos la idea de la perfección a la estructura creada y por unos instantes nos volvemos cómplices de un no me importa, quizás por que la esencia habla y abandona la "conciencia" y todo ello que juzga nuestro comportamiento en la mañana del día siguiente.

Hacemos cosas para complacernos de seguro, hay varias maneras que se han creado para poder satisfacernos de manera instantánea todo aquello que esta experiencia humana nos invita a sentir, vamos por la vida ordenando y desordenando el sentir de las personas, aprendimos a conseguir lo que queríamos de manera tal que somos capaces de crear, inventar y demostrar lo que nos pidan con tal de ser, estar o permanecer en la vida de algunos de la manera en que ellos nos permiten.

Pero también hay estos espacios en los que nada fluye, no se confabulan las estrellas y el propósito para poder coincidir para obtener esto que estamos buscando: dinero, fama, familia, amor, tantas cosas que ponemos la vara tan alta que hasta llegamos a obsesionarnos con aquello que talves simplemente esta a destiempo, en un lugar ajeno a nuestro presente y a todo aquello que debemos de momento sentir.

Vivir, respirar no es para todos, pero ya no me enfoco en aquellos que han encontrado una fórmula diferente, pues no viene al caso y lejos, pero muy lejos del mal interpretado egoísmo voy aceptando mas mis decisiones, independientemente del resultado, en base a una empatía absoluta encuentro en mis días la posibilidad de pisar la tierra y abadonarla al mismo tiempo cuando mi niño interior me dice no importa solo sueña, imagina y quizás en algún momento eso sucede.

Las fotos, los momentos y los colores siempre harán que nuestro camino se marque y se encamine de las formas mas extrañas posibles, y digo extrañas porque como no estaban en nuestros planes las vemos de una manera tan diferente que no la llegamos aceptar del todo, pero son las personas, los humanos y todos aquellos que deciden enfrentar la vida de forma geniuna las que nos devuelven el presente, le momento de autenticidad dejando la notoriedad a un lado, renunciando a vendernos por completo para solo permitirnos coincidir en un anochecer, una amanecer y un desayuno imprevisto pero lleno de verdad.

Esta semana y como en una constante, termina con ciertas reflexiones que son tan mías que las palabras me abandonan y no encuentran ese lugar que solía darles, porque es mas fácil escribir que sentir, que vivir y equivocarse, que permitirse perder el tiempo en el vacío de no trascender de no respirar y lanzarse a esta aventura de respirar. 

Me queda la gratitud del espacio compartido, de una comida, una charla y cada una de esas palabras que en ausencia de mi, las sentí solo por el hecho de comprender de que va la vida cada vez que me enfrento a estos desafíos del tiempo, de espacio y de la conciencia individual de quienes hacen parte de mi reducido circulo de experiencias.

Acepto la noche, el frio, el día, el sol y todo aquello que me permite saborear que aun respiro, que la vida va bien y que cada una de las sensaciones que cruzan y chocan por mis venas siguen aportando a mi evolución, marcando el camino y el destino de todo aquello que me he permitido colorear en este paisaje que al despertar creo, imagino y respeto.