Contra viento y arena

Volver a empezar, creo que ha sido la tónica de mi vida durante los últimos 20 años, en donde me he planteado varios retos vivenciales, por qué los llamo así?, porque fueron eso, lanzarme a la vida, a la expectativa de sentir y crear todo lo que en su momento me intuía hacer. En ese camino me encontré con tormentas de arena y con vientos que amenazaban llevarse mi alegría, la supuesta estabilidad que estaba creando.

Ahora la veo de esa manera, con esta sensación de gratitud y perdón al mismo tiempo sobre todo en lo que decidí sentir, por que vivir, creo que todos lo hacemos de forma consiente o inconsciente pero lo hacemos, sentir es un mundo aparte, es poder tener la libertad de dejar correr por las venas las sensaciones mas diversas desapegadas del miedo y del que dirán, es esa valentía de enfrentarse a todo ese universo desconocido del segundo que te tarda decir si o no.

He escuchado hoy que todos tenemos una historia que contar sobre la vida, y cada una de ellas tiene sus colores y pasiones, somos dueños de una verdad absoluta desde nuestras palabras que las enraizamos en nuestro pasado y los hacemos partes del presente cuando el de javu se vuelve a presentar frente a nosotros para recordarnos que seguimos siendo humanos.

En ocasiones nos resulta fácil contar nuestras peleas contra la vida y las supuestas injusticias de las cuales hemos vivido, adoptamos ese rol de protagonistas nos apasionamos tanto, en especial aquel sufrimiento que padecimos nos vuelve a doler dejándonos la sensación de vacío y entre lagrimas internas procuramos mantener la compostura mientras miramos a los ojos a quien nos escucha como diciendo es verdad.

Las personas tenemos vivencias a cada instante y es increíble cuando coincides con aquellas que te cuentan sus realidades, sus pasiones, sus miedos y contradicciones, esas historias que nos hacen sentir que nuestras batallas quizás en algún momento no son nada y el viento y arena era nada mas para poder tomar impulso y continuar en el camino.

Soy consiente que esta experiencia humana tiene mucho de todo, pero esta en cada quien saber determinar cómo?, cuándo? y con que herramientas? enfrentas a la vida y cada una de los instantes en que nos ponemos a prueba. Que la dualidad de la vida no nos confunda, que no todo sea blanco y negro, que el yin y el yan sean solo referencias de algo general y que al final de todo de ese camino encontremos dentro de nosotros esa intuición que nos permite sentir el camino a tomar.

Volveré a empezar siempre será una forma de sentirnos vivos, son esos instantes de heroísmo en los cuales encontramos las respuestas o la fortaleza de tomar decisiones, mediante estas justificaciones de lo que hemos vivido y estamos sintiendo, somos capaces de dar ese paso extra hacia un lugar que posiblemente no exista aún, pero con la certeza de que la predisposición ya esta presente en nuestro camino. Que no importe el número de veces que volvemos a sentir que estamos en cero, empezar una y otra vez como al despertarse cada mañana.

Muy dentro de nosotros están las respuestas a cada una de las ansiedades o debilidades que nos someten en estas batallas, un poco más de tiempo y atención al interior puede aportar a que muchas de nuestras vivencias sean mas sentidas y la vida fluya de manera que cada segundo sea un aporte de aprendizaje que nos permita disfrutar más del camino inclusive cuando tengamos que batallar contra viento y arena.