Conexiones

Envueltas entre realidades e historias

11/23/20244 min read

Leía el otro día que una de las tareas mas titánicas que tenemos cuando llevamos una vida de sentir mas que pensar, es cuando se crean conexiones fuertes, y hablo de esta manera de enchufar las almas, los corazones y la presencia física, la que llega como un bálsamo a los días y que se desliza por las respiraciones aceleradas, mientras se conocen, se reconocen y se permiten florecer, pero es precisamente cuando se disuelve entre el calendario, cuando deja muchas cosas por recordar, llenado de flasbacks que aún sabiendo que no son parte del presente y que mucho menos necesitamos tenerlas, se llega a sentir la ausencia y no en el aspecto carnal, físico o intelectual, es esa esencia de quien deja huella en nuestras emociones, y reflexiones de vida compartida, cuando nos invaden las expresiones, los consejos, la forma humana de sentir mientras aprendíamos a disfrutar de un camino tan diverso pero tan perfecto al tiempo exacto de haber coincidido.

Usualmente mis fotos son blanco y negro, me definen e identifican mi lenguaje visual, sin embargo esta reflexión del día se asemeja ha aquella mariquita de colores que encontré en el suelo de una fabrica, entre tanto negro sus colores hacían gala de lo extraordinario, de lo diferente y único que inmediatamente paro el mundo, enloqueció mis neuronas, me detuve tan solo para  admirarla, compartir instantes y en determinado momento marcharme llevándome su recuerdo, es así como relaciono e identifico lo que siento cuando conecto con alguien y lo hago parte de mi vida.

Las mismas que son reales y se desarrollan entre humanos, que tienden a tener estos matices, donde el tiempo pasa a ser relativo pues se abandona la idea de la pertenencia y lo infinito del momento que acaba de terminar, que maravilloso ha sido poder conectar en la vida de varias personas de esta manera, sencilla, real, leal y con un solo propósito, dejar una huella, una enseñanza y hasta quizás una idea diferente de como es la vida entre colores amarillos con azul.

Durante esta experiencia humana me invito un viernes por la noche ha  recordar  mi paso, durante al menos los últimos 15 años, pues para atrás se me hace una tanto esquiva la memoria,  o quizás algo de pereza mental para recordarla, una llamada en la tarde de mas de 40 minutos para resumir nuestra vida, nuestro presente y como lo vamos sintiendo me devuelve un tanto la confianza en saber que durante determinado tiempo mi presencia en la vida de alguien mas si que dejo huella.

No sé por que en ocasiones el espejo no invita a estas reflexiones, no desde el ego o la vanidad de la que tanto hablo por que me parece uno de las sensaciones mas complejas de entender, pues se llevan por delante todo lo que estorba....en fin....darnos cuenta día a día que somos capaces de crear vínculos permanentes y que no necesariamente son constantes, ya que el camino marca diferentes senderos para cada quien, pero una vez que nos volvemos a encontrar.....nos acarician y nos regresan a esos momentos, lugares y personas con las cuales hicimos que esa conexión nos regale sonrisas, calidad de tiempo y sobre todo mucha energía vital. 

Mis conexiones son contadas, pues la vida misma se encarga de mover las fichas del ajedrez constantemente, quiero comprender que es producto de la resonancia del universo a mi frecuencia a mi vibra y a todo lo que proyecto, a lo que me pertenece y me permita seguir experimentado la vida ya no desde el dolor, la frustración o la incomprensión de aquellos acontecimientos que revolucionan mis entrañas, sino en la paz y certeza de vivir en plenitud siendo yo mismo a cada instante que respiro.

Estas contadas conexiones tienen un matiz particular, que quiero interpretarlas como un reconocimiento de almas, de una acuerdo previo, de una forma humana de recibir a las personas en mi vida, desde la perspectiva de la gente que me conoce y puedo decir que me estima, va de la mano por esta entrega absoluta e incondicional de un todo desde el día 1, lo cual tiene sus ventajas y sus contra pesos, pues romper la conexión cuando toca hacerlo, toma tiempo, respiraciones, sensaciones y mucho trabajo interior de aceptación y amor propio.

De seguro algunas conexiones permanecerán acompañando mi camino, algunas querré dejarlas y otras olvidarlas, cualquiera que sea el caso, que sigan llegan a mi puerta, las dejaré pasar y tendremos charlas, risas, llantos o encuentros diferentes que hablen y debatan sobre como las mantenemos, las dejamos o las fortalecemos desde la total aceptación de nuestras diferencias en reconocimiento pleno de su presencia.

Al final de cada capitulo de los libros que voy escribiendo en mi vida, llego a una conclusión constante y es la entera satisfacción de haber creado momentos tan llenos de mi esencia sin discriminación o juicio previo de valor para guardarme un poquito de lo que puedo dar,  todo ello me han permitido hoy por hoy resumir un mundo de aprendizajes de cada conexión experimentada, recibiéndola o soltándola como lo que es.....un paso más en mi proceso de evolución de conciencia y reconocimiento de mi aquí y ahora, con lo que recibo, lo que hay y lo que es suficiente para cada noche al dormir no tener sensación alguna de remordimiento o culpa,  de manera tal que si tengo la bendición de despertar, al ponerme en pie, seguir siendo yo y confiando en que ese nuevo amanecer tiene un universo nuevo listo para ser sentido una vez más.