Compartir la vida, los momentos
La autenticidad de ser.
1/28/20243 min read


Soy de aquellos que le gusta compartir la vida digitalmente con quien muestra interés de conocer sobre mis días o lo que hago mientras cada quien hace su vida a su manera, encontré que compartir directamente con alguien es decir, estoy aquí y siendo parte de tu vida me gustaría contarte que ..... mi día va así, esto es lo que soy, lo que hago lo que me hace vibrar el alma. Pero dentro de ese compartir hay muchos riesgos a ser juzgado o mal interpretado, principalmente por ese sistema de creencias y estructuras pre concebidas que hacen que sea mucho mas viable analizar el lado pretencioso o falso de la gente según nuestro espejo mismo hace el reflejo.
Me he cuestionado como comparto la vida, vivo una etapa tan llena de mi, de esa esencia que ha podido trascender con los años y que me ha regalado un sin numero de bendiciones que no hacen parte de quien general o absoluta de quien soy sino, de como hoy por hoy llevo mi vida y eso me preocupa por las interpretaciones que pueden darle a una fotografía un estado o un texto que pueda compartir.
Esta preocupación no es sobre el juicio o lo que puedan pensar sobre la intensión, esta mas bien ligada a la expectativa de saber quienes han llegado a conectar conmigo de manera tal que pueden alegrarse o saborear cada vino que puedo postear desde la empatía y felicidad de sentirme vivo, de comprender en base a como es mi personalidad lo que pretendo transmitir.
Es algo que no lo hago con frecuencia, e igual llega no mas de 30 personas que tienen acceso a mi vida resumida en una historia contada por la mitad durante 24 horas o menos que dura un estado. Hoy me cuestionaba si es que hago bien al hacerlo, pero luego de un instante y recordar que tengo este blog me devuelvo la libertad de ser y estar libre de prejuicios de quien no quiera al menos preguntar el por que.
Disfruto mucho ahora mas que antes del ser humano en el que me he transformado, este proceso de vivir en etapas aceleradas de la vida ha sido un camino lleno de colores y sabores que me tienen aquí sentado en un balcón disfrutando de un buen vino no por el precio sino por el sabor y lo que me hace sentir en este instante, demostrándome que la vida es esto, este instante en el que miro el cielo azul, comparto con mi hija lo que he podido crear y al recibir su admiración encuentro que todo ha valido la vida, las penas y lo sentido a través de los años.
tengo pocos amigos, mas amigas mujeres con quienes he podido hacer clic y pasar vida juntos, sin pretensión romántica o sexual, cuidando cada uno de esos detalles para no perder a los seres humanos maravillosos que han llegado a mi día a día y con quienes disfrutamos de charlas virtuales y en pocas ocasiones presenciales pero tan llenas de autenticidad que nos invita a mantener el contacto y el interés de saber uno del otro así pasen semanas sin hablarnos.
Encuentro en la autenticidad del ser y del estar esa formula ideal que nos prepara para poder coincidir con mas humanos en este nivel, en el momento preciso y presente de manera que la contribución a nuestros días se hace permanente en el tiempo con esa seguridad de estar a un clic de distancia y la reconciliación presencial de una abrazo.
Un día mas para agradecer por tener la decisión de enfrentar mis días como son, como están y se manifiestan en cada parpadeo y susurro del alma cada vez que siento que la vida se me escapa de las manos.