Compañeros del camino

Sin importar el tiempo, respetando el acuerdo

6/30/20242 min read

Casi todos hemos coincidido en decir que la vida es llena de ironías y metáforas que nos permiten evaluar donde estamos, a donde vamos e incluso donde pertenecemos. En base a este premisa me preguntaba donde van las personas con las cuales hacemos un camino indiferente del presente, del pasado, del futuro, sino, que simplemente llegamos a encontrarnos para ser compañeros momentáneos y que en ocasiones llegamos a complementarnos en ciertas etapas de la vida.

Mi vida como tal ha sido un encuentro constante con varias personas que con el pasar de los años no hemos podido dejar el adiós constante, pese a que hemos encontrado miles de diferencias propias de nuestra individualidad de criterio, pero que en un espacio real solo ha sido un hasta luego, para que en determinado momento, volvamos a saludar efusivamente el regreso a nuestros días.

He leído muchos textos que hablan de personas mágicas, estas que vienen de mil maneras a contarnos un pedacito de la vida propia para en base a ello nosotros establecer quizás ciertos parámetros y poner varas altas de a donde queremos llegar, con esta odiosa manera que tenemos de compararlo todo y hacernos la auto critica ofensiva al no ser similarmente exitosos acorde las estructuras actuales que nos gobiernan.

He tenido la suerte de coincidir en momentos precisos de mi vida con varias de ellas, contadas con los dedos de la mano, pero que han sido tan trascendentales que han removido la fibra en el momento exacto en que la vida parecía tener un solo color, cuando la monotonía abordaba mis segundos y al parecer estaba acabando los pocos cartuchos de neuronas disponibles para hacer que las cosas pasen.

Me conmueve desde muy dentro pensar en estas personas, saber que he sido recíproco a mi manera con el conocimiento que tenía y la actitud necesaria para hacer sentir que el cariño, si así lo podemos llamar ha estado ahí en cada uno de mis versos, esfuerzos y todo aquello que inventé o me arriesgué hacer para que la vida de nosotros fluya.

Lo mas increíble de todo es que son personas con las cuales no he llegado a compartir demasiados espacios de vida, somos como seres fugaces que coincidencialmente acuerdan aportarse un poco de lo que hay en el tiempo para ser parte de algo mas grande, que de inicio no lo podemos comprender, pero que con el pasar de los años, los daños y el reencuentro podemos determinar como este aporte invisible en su momento ha podido aportar, en toda la plenitud de la palabra.

Personas como estas son inolvidables van más allá de la admiración o cariño que podemos tenerles son como esos espacios de calor cuando tenemos frio, el refugio inesperado y la interacción necesaria para despertar de algún letargo, están aquí para quedarse y eso es lo mas maravilloso que nos ha podido pasar, por todo ello solo me resta agradecer su presencia, honrar sus palabras y acompañar en el camino a la velocidad que la vida nos lleve, entregar mi incondicionalidad y respeto a sus decisiones y retirarme en su momento con la certeza de haberlo entregado todo, así como lo hago conmigo mismo.