Ciento un oportunidades

borrón y cuenta nueva

9/7/20242 min read

En muchos libros y escritos se habla de que cada día es un nuevo comienzo, una nueva oportunidad,  que empieza  cada vez que abrimos los ojos y agradecemos por haber despertado y encontrarnos una vez mas con esta experiencia humana que viene a llenar de retos los segundos, la magia empieza a manifestarse una vez puesto el pie al suelo, al levantarse de la cama, todo empieza nuevamente, como un ciclo, un orden y una forma de enfrentar ese día en particular, ese reto que nos hemos planteado o el momento exacto que la vida nos depara para poder entender un poco mas de que va todo esto.

Y así vamos por la vida, una y otra vez enfrentándonos a todo ello que se escapa de nuestras manos, de nuestro conocimiento y que en conciencia pretendemos aprender con un solo propósito el sentirnos vivos, plenos y llenos de nuevas oportunidades, esas las que buscamos entre dimes y diretes, entre juegos, charlas, trabajo, amigos y familia. 

Con el tiempo vamos aprendiendo a desarrollar la idea de lo imperfecto, lo que hace que los colores sean únicos e irrepetibles, es aventarse a la vida con la completa seguridad de lo que somos capaces, vamos demostrándonos a la par que la vida tiene el sentido que hemos decidido darle, esta valiente decisión de sumar, restar, dividir o multiplicar que se ajusta únicamente a nuestro ser, a nuestro tiempo y a nuestro presente.

Cuantas oportunidades se desvanecen con el miedo o la duda, cuantas veces podemos llegar a dejar de experimentar el aire frio de una tarde de invierno por el miedo a enfermar, como se nos apagan las ilusiones por el extremo calor de lo cotidiano, como abandonamos los compromisos por que creernos merecedores de lo efímero.

Vaya vida que llevo, esta que me permite una y otra vez levantar vuelo, parar abruptamente y continuar en cámara lenta, como un viejo sabio que deambula por la vida eliminando las expectativas del segundo que esta por venir, aceptando la soledad de una decisión, fantaseando con las hojas que caen en el parque mientras camino por el paso de los ciclistas.

Rompiendo paradigmas mentales, entregándole a la vida una razón mas para demostrarle mis ganas de vivir, de sentir y expresarme, en conciencia plena y absoluta de presente, recibiendo la tarde de domingo como lo que es, este espacio de introspección en compañía, con sus recuerdos, con sus sonrisas y esa forma perfecta que tiene de revolucionarlo todo.

Es un borrón y cuenta nueva, es saber ser firme y determinante en cada paso venidero, es creer en los acuerdos y este talento que tenemos para hacernos parte de la vida, del camino y de todo aquello que estremece el cuerpo, este cuerpeo que muta, se transforma y de seguro evoluciona, para sentirnos cercanos, comprometidos....!

Es un borrón y cuenta nueva, es abandonar las ideas concebidas y hasta la forma perversa que tenemos en ocasiones de decir las cosas, de sentirnos omnipotentes y dueños de algo que llamamos verdad, esa que solo nosotros conocemos, la que no tiene cabida en el alma de alguien mas.

Siendo así, solo me resta dar la bienvenida a ésta, mi 101 oportunidad de vida, de respiros y pulsaciones aceleradas, de motivaciones complementarias y de recuerdos permanentes.