Cero cobardia en 60 días

Algo bonito

10/30/20244 min read

Ay días en que reflexiono un poco mas sobre mi presencia en la vida de la gente, como ha sido mi paso y como este ha ido delineando una forma de ser, estar y amar que se convierten en la esencia misma. Lo interesante de este asunto es que no tengo cuestionamientos a lo que he hecho, todos estos impulsos que han movido el centro de mi tierra constantemente y que me traen hoy acá en mi último día en Madrid, queriendo descubrir algo bonito.

El mensaje llega mientras camino por goya, para hacer las ultimas compras que tengo en mente podría necesitar, levante la mirada y encontré ese mensaje, lo genial de esto es que ese algo bonito me acabo de atribuir a mi mismo, a esta manera diferente, audaz, comprometida y entregada sin límites que tengo para crear cada día algo bonito, algo que viene del desinterés, lo que nace de muy dentro de mi alma para poder expresar todo ello que me provoca sentir cuando encuentro en las pupilas un mensaje que inclusive siendo disperso decido quedarme.

Que bonito decía una canción....cuando la escuché.. llego a estremecer mi cuerpo de manera hasta excitante, sin poder concluir el por que solo me deje llevar por la emoción de dedicar y sonreír mientras abrazaba las palabras, mientras me deleitaba con los sonidos de la música, la que me acompaña en cada instante que recorro la vida entre miedos, dudas, contradicciones, certezas y pocas verdades descubiertas, mientras me enfrento sin cobardía a los madrazos que de seguro están por llegar, por ser así....demasiado confiado en la palabra de la gente, esta que de un momento a otro desaparece, deja de hablar, sentir y expresar, por que su vida va tomando matices diferentes a los que coloreaban las paredes que habíamos decidido pintar.

Algo bonito, siempre vendrá de mi ser, lo tengo mas que claro, hago un recuento de esta osadía que tengo para entregarme a la vida sin miedo, sin limitantes, sin esta excusa perfecta que tenemos ante la indefensión de que algo pueda salir mal. Recuerdo los últimos 30 días y como he ido desarrollando esta determinación de no rendirme, de poner pausas por que el alma se cansa, medita y evalúa el camino, las omisiones y los mensajes que un par de copas puede revelar.

Que manera tan especifica que tengo de mostrar interés, sin confundirlo con adulación, ahora en este punto del planeta y en el centro de mi universo cuando estaba apunto de rendirme, vuelvo a recuperar la confianza en mi capacidad, en mi talento y en el lugar que debo ocupar en la vida, en la mía misma.... de manera que me permita despertar sin afán, caminar mas lento, ya no quiero correr tras una zanahoria, que el mundo se acelere o se detenga que mas da, al fin de cuentas aprenderé a establecer mi propio ritmo, este latido de corazón que no debe desbocarse mas por que llego a estar al paso de la ansiedad constante, esa que había vencido años atrás.

Vaya lecciones de vida en 30 mas 30, días que han sido una inconstancia total, por que nada logro ser continuo, entre horarios, fechas, viajes y calendarios voy asimilando este proceso vivido por que siempre tengo espacio para mi, para mis letras, mis reflexiones y este espacio que dedico para descubrir mis vulnerabilidades, mis atributos y como voy de una u otra manera siendo parte de un planeta que se aleja de mi orbita, se despide con vergüenza, con mas dudas que certezas.

60 y no me falto nada por entregar, y aun en pie, con las manos al aire sigo navegando en el laberinto de las posibilidades infinitas de volver a ser, a tener esta paz que me daba el compromiso de no renunciar a mis ideas, pensamientos y sentimientos, me miro en el espejo la barba cubre mi rostro como no suele ser frecuente, reconozco estas facciones de mis ojos cansados y con ojeras producto de horas extensas de trabajo y pocas horas de sueño, mientras la musica que sonaba eran solo los ronquidos.

Que me resta por sentir, por digerir o por soltar, no lo sé en certeza, solo un par de dudas que frente a frente se resuelven, mientras sigue sonando el punteo de la guitarra y esa voz de Rosario que derrite cada uno de los hielos del corazón, llega el saxo para devolverme la fe, la certeza de ser un para siempre independientemente de ser solo una opción. Vaya que mensaje mas profundo mas fuerte y mas trascendental tiene una letra, que triste que pase tan desapercibido.

Será que puedo mantener esta magia de crear recuerdos, esta forma kamikaze de lanzar dardos llenos de sentimiento, dejando letras en la almohada, ropa en las habitaciones y recuerdos en el refrigerador, en esos espacios que no son míos ni me pertenecen y que en el recuento de los días pueden ser solo eso, algo que con el pasar de los años sea motivo de una sonrisa ajena, distante y lejos de nuestro presente.

Quizás esta falta de cobardía es la que me tiene así, enfrentando a la formas de cantar, de soñar, de dibujar una idea que no tenga un segundo nada mas, sino un firme compromiso de dejarlo todo mientras la noche cae y apenas nos hemos dicho hasta mañana.

Si se pudiera conectar con las palabras a las personas, a los hechos con el mañana, al silencio con el presente, si pudiéramos sentir algo bonito cada vez que la vida nos devuelve todo lo que hemos entregado sería mucho mas bonito aún, por que en algún momento necesitamos que el tren se detenga y en ese instante podamos con certeza subir a los vagones para poder sentarnos en cualquier asiento y así solo disfrutar el viaje, mientras dura....mientras no se lleva ni se apodera de nuestra mejor versión.

Algo bonito, por favor.!