Al despertar

Entre preguntas y observación

2/2/20252 min read

Cada día que abrimos los ojos la teoría dice que hay una oportunidad, pero para que?, de que?. Nos enfrentamos a retos diarios mientras compartimos aire con un sin numero de personas, actividades y responsabilidades que tratamos en lo posible de cumplirlas para seguir este orden universal de evolucionar o quizás y tan solo transitar.

Se ha vuelto interesante cuestionar los propósito de cada día, vienen en mi caso acompañados de retos de comprensión, en especial a todo aquello que no puedo controlar, debo reconocer que no es tan fácil en especial cuando tengo imágenes de ego enfrente mío, cuando hay energías que se chocan contra mis paredes sin ni siquiera haberlas invitado y unas cuantas que aun voy permitiendo que permanezcan deambulando entre los pasillos del edificio.

Sinceramente hay días en que me uno al rebaño, no se si es cansancio espiritual o mental, que se yo, pero me entrego a vivir estas experiencias que no son del todo parte de mi esencia, de mi presencia y de lo que vengo trabajando en mi interior, sin embargo al día siguiente me observo, charlo conmigo mismo para poder llegar a comprender este otro yo que se manifiesta de forma rebelde y sin cautela por la vida queriendo regresar el tiempo después de haber caminado tanto y descalzo.

Ahora mientras el sol es implacable, llena de calor el departamento, abro todas las ventanas, el balcón, solo me falta andar desnudo, mojo mi cara, bebo jugo de naranja frio, salgo respiro el aire de la mañana, invitando al alma que vuelva al cuerpo, permito cuestionar mis decisiones, mis actitudes y todo aquello que me tiene en un momento incómodo, retando la paz y el silencio con la bulla de ser o hacer cosas a destiempo, ya está enfrentados en el sillón decidimos retomar la plática, llegar acuerdos y recordar que las horas del reloj ya pasaron, que todo lo que fue no tiene por que regresar y al soltar esta idea sin justificar mi actuar,  volver al centro.

Llegar a comprender, me alivia, se acaba el juicio de valor que hago cuando siento que algo no estuvo bien dentro de la dualidad ligera que tengo de la vida, olvido lo que resta, todo lo que me quiere controlar, acepto desde mi propia individualidad lo que siento  y el como se manifiesta en cada una de esas experiencias diversas que roban miles de neuronas por las mañanas de domingo, me detengo, observo y en amor controlo las opiniones, las sensaciones que acompañan el desayuno, decido, sobre todo decido!, con que continuar, que soltar....donde va ha estar mi intensión día a día para aprovechar al máximo mi energía.

Agradezco tener la oportunidad de sentir estos momentos de desequilibrio emocional o mas bien dicho todo lo controversial que puedo llegar a sentir en instantes cuando la adrenalina y expectativas se cuelan en mi presente, hay que regresar al centro, esta huida momentánea estuvo bien, la disfruté, la sentí.....reí y compartí....sin embargo la suelto, la libero de mi.