Acordamos hacernos daño
estaba destinado
8/9/20242 min read


Cuantas veces hemos escuchado que el acuerdo de almas es lo que estamos viviendo, si!! El desmadre que estamos sintiendo en este mismo momento, todas esas sensaciones que nos provocan desde el éxtasis hasta el mas profundo dolor en el pecho.
Según los lineamientos espirituales nuestras almas ya acuerdan venir a este planeta y hacer precisamente lo que acabamos de hacer, con un solo propósito el evolucionar como seres humanos en las distintas asignaturas pendientes que tenemos.
He ahí cuando muchas de las ocasiones no comprendemos como ciertas personas son pasajeras en la vida y muchas de ellas se van rompiéndonos en dos….bueno en mil pedazos quizás.
Se supone entonces que debemos aceptarlo y al final cuando el dolor se ha ido las llamamos “maestros”. Lo han dicho, se han encontrado con personas o con ustedes mismo que luego de los años y el dolor de superar la perdida decimos “es que fue un gran maestro”!!
Si seguimos esta lógica, estamos llenos de maestros en la vida, pues al final de cuentas cada persona que pasa por nuestros días, nos deja una enseñanza un aprendizaje y no, no son frases motivadoras para que superes el apego o la perdida de…..Es la verdad, solo que nosotros en nuestro inconsciente muchas veces nos resistimos a creer esta verdad.
Mi única duda es si seguir usando la palabra maestro, creo que las personas que la pasaron mal pero mal en muchas de sus etapas de vida, no querrán llamarlos maestros, apenas los pueden decir por el nombre, no me imagino que lo consideren.
Reflexión personal de todas las maestras y maestros que han pasado por mi vida es, que a lo largo del camino se puede descubrir personas increíbles así como detestables que de una u otra manera vienen a hacer diferentes cosas en nuestros días, desde molestar, cambiar, enseñar, lastimar la idea es aprender a escuchar a esa voz interior, el instinto que nos alerta sobre hasta donde las dejamos llegar en nuestra vida.
Y aquellos para los que fuimos el huracán que tumbo su cimientos solo pedirles comprensión, por que perdón sería demasiado pretencioso, el tiempo hará su parte y sin querer ser ningún maestro en sus vidas, solo ser alguien que cruzo el puente para conocernos, coincidir y hacer de nuestros momentos algo diferente alineados a un propósito mayor.