A todos nos llega la introspección
Cuantas veces hemos caido rendidos ante los cuestionamientos sobre lo que estamos haciendo de la vida
10/10/20234 min read


Las noches sin dormir, dando vueltas en la cama como si fuera la manera de poder conciliar el sueño o quizás apagar a la mente que esta recordándonos todo el tiempo que algo no está bien, que algo esta incompleto o quizás que es tiempo de mirar hacia dentro y encontrar las respuestas para poder girar en una dirección diferente.
En esos instantes es cuando la vida se nos pasa en micro segundos como una película de esas que no queremos recordar, por que lo primero que viene a nuestra mente son los errores, las falencias, las necesidades o aquellas escenas que habíamos querido dejar en el pasado. Es ahí cuando todo se junta y nos rendimos al recuerdo muchas veces con algo de melancolía y desespero pues no podemos comprender el por que del presente actual.
Sin embargo desconocemos la importancia de este estado, pues de aquí si sabemos escucharlo y aceptarlo vienen reflexiones muy profundas sobre como queremos que fuese nuestra vida, esta llamada introspección que nos empuja a vencernos a nosotros mismos y darnos esa información que llega al la fibra y remueve todo lo que hasta ahora pensábamos teníamos dominado.
Es interesante como podemos caer en un instante en tristeza, los recuerdos son eso en especial en este estado de reflexión profunda, cada cuestionamiento es mas duro que otro y al final, cuando ya hemos vaciado la maleta del asado y de lo vivido, podemos volver a respirar y confiar en nosotros, en saber que pase lo que pase hemos sabido vencer cada una de esas batallas que en su momento no las sentíamos como tal, pero que ahora nos han convertido en esos guerreros inclaudicables de la vida.
Que bien nos hace saber quienes somos, lejos del ruido que nos ha creado la sociedad en pantallas, en comparaciones absurdas y en retos que no han hecho mas que ridiculizar ciertos instantes como una ventana de escape a la realidad. Ayer se conmemoraba el día de la salud mental y como ésta puede ser una de las enfermedades mas comunes de estos tiempos. Publique un estado a las 10pm de la noche y mi sorpresa en la mañana siguiente es ver como mis contactos no pueden dormir con facilidad, fácilmente 10 contactos estuvieron despiertos de 10pm a 3am, mi primera impresión fue, por que no pueden dormir? les pasa lo mismo que a mi que no se puede apagar el disco duro de la cabeza, que dramas o situaciones estarán viviendo esos contactos para que te puedan conectarse a esas horas.
Es ahí cuando comprendí que muy pocos estamos preparados para estar a solas con nuestro tiempo, espacio y lugar, tenemos esa necesidad de conectar con algo, con alguien, debemos ser vistos o al menos saber que es lo que pasa en el mundo de otros para quizás, pensar que lo nuestro es algo llevadero y muy manejable, que en base a la comparación podemos llegar a determinar cuan bien o mal va nuestra vida.
Nos hace falta hablar, nos hace falta poder expresarnos realmente sin miedo de lo que otras personas pueden decir, o de la dureza con la que recibimos las respuestas, quizás de personas que no están listas para empatizar con el momento. Eso nos ha llevado a tragar mucho de lo que sentimos y dejar que las apariencias de estar bien nos ganen y la vida continúe en ese estado de incertidumbre.
Yo soy de las personas que hablo bastante y con frecuencia, siempre puedo opinar del tema que sea, basta que me permitan ese espacio para poder decir lo que siento, he desarrollado con el tiempo cierta habilidad para poder reconocer mis limites claro esta, ya que hay temas que son tan profundos del ser que no pueden ser hablados en libertad sin la pretensión de un sentido de juzgamiento.
Es por ello que también escribo, ya que durante estos dos últimos años en particular no he podido encontrar el eco en las personas para poder canalizar exactamente mis tristezas, frustraciones y todos esos sentimientos adversos que no dejan estar en presente. Sin duda alguna leer me ha facilitado en entendimiento del humano y como este reacciona ante determinadas situaciones, miro, observo y con ello aprendo, callando a la par he podido aceptar las cosas, momentos y personas que no están en mi entender, las he recibido en mi vida como lo que son, un proceso de aprendizaje.
Procuro mirar hacia dentro cada día, pensar en mi no desde el egoísmo o la vanidad, si no desde el pretender conocerme más, poder aceptar estas situaciones de mi presente que se me han escapado de las manos, evito por sobre toda costa el auto juzgarme, vaya que me di palo últimamente cuestionando o quizás juzgando en exceso el por que de mis decisiones, que si, han sido algo que me cuesta aceptar el porque hice o no hice tal cosa, pero en el fondo soy consiente que cada acto que hice venia desde mi interior lleno de buenas intensiones. He reconocido ya las veces en que tuve el control de las cosas y me sentí cómodo, reconocí que mi tenacidad a veces puede confundirse con manipulación del momento, es como que quise forzar a la vida a que me complazca con mis deseos de momento. Esto me llevó a trabajar en mi paciencia en mi resiliencia y en la forma en la que manejo mis tiempos y emociones. No es una tarea fácil lo admito, es una empezar ahí cada mañana al despertar y al caer la noche simplemente aceptar que el día termino de la manera en que tenia que ser.
Creo que es vital y útil en estos tiempos presentes, mirar un poco más a nosotros mismos, poder reconocernos y aceptarnos en plenitud, de manera que cada vez que lleguemos a cuestionar algo, tengamos la clave para poder reconocer el estado, ponerlo en pausa, respirar y aceptar. No sabemos cuanta vida nos queda, no la hemos comprado, permitirnos soñar es lo que nos tiene despiertos, activos y motivados en su gran mayoría, que estos sentimientos sean entonces la palanca para poder sentir la vida como es, un instante nada más.