A conveniencia

La vida nos empuja a cada instante a tomar decisiones que van de la mano de lo conveniente o no del momento, de la circunstancia, del interés.! Es que no hay otra forma de verla, actuamos, nos quedamos o pertenecemos a ese espacio de tiempo o de personas que en determinado momento de la vida son útiles? o suena muy fuerte? o debemos decir que vibran en nuestra misma onda?

Escucho historias, miro otras, veo la realidad del mundo y este extremo sentido de pertenecer a algo o alguien que me abruma, miro con asombro como podemos negociar momentáneamente nuestros principios o valores por obtener algo que podría ser conveniente para nosotros, ya sea: dinero, trabajo, amor.....experiencias, todo eso que hacemos en el día a día y que se supone es parte del estar. La pregunta que me lo hago es...lo hacemos en conciencia plena? sabemos lo que estamos a punto de experimentar o en muchas ocasiones permitir que suceda en nuestros respiros? Es que nos forzamos en ocasiones, pese a que sabemos que no es el único camino o la única opción, nos aferramos a estas ideas de hacer o permitir circunstancias, basados en la necesidad innata de obtener algo. Ese algo usualmente es dinero, fama, reconocimiento y es todo lo que la sociedad actual esta encerrada en pensar que es la manera apropiada, no estoy en contra de lo que hacen o como viven, solo que invito mucho a la reflexión, sobre las opciones adicionales que hay de ser, estar o sentir la vida como tal.

Entiendo que estas reflexiones vienen mucho mas por mi edad y la forma en la que he podido llevar mi vida en base a las experiencias sentidas, el sistema de creencias que poseo y los principios y valores que he desarrollado a lo largo de este caminar, todo ello permitiéndome tener este espacio de reflexión sobre lo que miro y siento sucede allá afuera, lejos de mis cuatro paredes y que en ocasiones es muy incomprensible. La ventaja de todo esto, es que no me gobierna, es decir, no atenta contra mi parecer y forma de vivir, no se modifica ni se altera, desde la base y principio que todo eso que sucede externamente es algo que no lo puedo ni debo controlar.

La sociedad y la experiencia humana es así, libre de ser y estar, de sentir o no hacerlo y ante ello no podemos vivir filosofando y encontrando quien tiene la verdad, mas aun sabiendo que cada uno de los seres tiene un proceso de vivencia y aprendizaje propio. Lo caótico que me resulta es cuando parece que coincides con personas que tienen el mismo nivel de conciencia, de realidad o en castellano la misma forma de sentir la vida en este momento, llegas a estar en conversaciones profundas que te hacen sentir que el momento ha llegado de poder compartir vida con estas personas, pero luego, este camino de la rata en el que estamos sometidos todos los humanos, del dinero, poder, querer y eso que nos lleva a perder el control del gps me nubla los sentidos la verdad, y no es que me crea iluminado o que vivo en un universo paralelo como dice mi madre, pero en realidad no llego aun a comprender, porque aceptar, ya lo hago, y lo hago al dejar ir, pasar todo eso que no va en armonía con mi sentir, mas allá de mi pensar, que son dos cosas totalmente diferentes.

Hace un tiempo atrás empecé a sentir más que a pensar en la toma de decisiones, no es que me ha ido de las mil maravillas, pero he podido tomar decisiones desde el amor, la fé, la creencia absoluta de la bondad y honestidad de cada humano que ha cruzado sus pasos en mi caminar y esto me llena de mucha satisfacción ya que al recordar siento que pese a las diferencias, errores o cualquier mal entendido que haya sucedido con cada uno de ellos, la intensión que tuve mientras caminábamos de la mano siempre fue: ayudar y amar.

No me voy a defender o justificar de mis desaciertos o errores con las frases: "lo hice a mi manera" o "con las herramientas y conocimiento que tuve", porqué algo dentro de mi siempre me ha hecho sentir, esa vocecita que llevamos dentro y que nos habla desde el interior en cada uno de nuestros pasos que nos advierte cuando estamos haciendo las cosas en coherencia y hasta en conveniencia.

Reconozco como humano imperfecto que soy que sí, algunas veces he optado por ese camino, el de ver algún rédito o interés en las acciones u omisiones que tuve que vivir y experimentar en la vida, sin embargo, hoy luego de sentir tantas cosas y tener tanto tiempo de introspección decido dar ese paso extra, esa milla adicional que me permita vivir los segundos desde una idea diferente, proteger el espacio por muy vacio que este, pero muy mío a la vez de lo que no resuene desde mi interior.

La vida me la pase saltándome las advertencias sobre las personas o sus verdaderas intensiones, me pusieron muchas alertas, lo que ahora llaman banderas verdes o rojas, las viví constantemente y pues se la cantidad de veces que ignoré todo ello por dejar fluir la vida, por dar oportunidades de ser, estar o pensar que se puede escribir historias diferentes con la misma pluma.

Estos días que el universo ha puesto en mi la información adicional, me permite despertar con mas seguridad sobre estos temas, sentir que mi proceder ante la vida no es perfecto, pero siempre tiene ese toque de buena intensión para hacer de mi vida, de mi espacio un mejor lugar. Sabiduría y paciencia es lo que reto a mi ser a cada día, pues como ha sido una constante en mi vivir, la ansiedad es mi mayor problema, y lo miro como problema por que no encuentro otro adjetivo, lo siento al comer, la bañarme, la atender a un cliente o incluso cuando estoy viviendo alguna experiencia y es como que deseo que se acabe pronto y que venga lo siguiente, sin saber si quiera si habrá un siguiente.

Trabajo en ello, en conciencia sobre no llevar mi vida en conveniencia extrema, esa que busca llevarse algo de los demás, de estar donde no quiero solo por tener amigos, contactos o compañía, descubro que los días pueden seguir siendo así, grises o llenos de arcoíris tras mi ventana, y que nada ni nadie podrán alterarlos porque son eso, un proceso más que la vida y el universo están mostrando frente a mi para descubrir algo mas, ese propósito misterioso que me ha llevado años poder aceptarlo quizás, porque de seguro muy dentro de mi sé cual es. Cada noche al acostarme y luego de las mil ideas que giran en mi cabeza, sueño y anhelo que ya se presente, que venga ese rayo de iluminación y que pueda tener ese tiempo ocupado para poder desarrollar la vida desde un sentir mas mortal.

Mis escritos son producto de las pocas experiencias a diario que vivo, pero que al final me dejan esas reflexiones que son muy mías y que no pretenden juzgar, encasillar o apoderarse de una verdad que no me pertenece. Son simplemente estas ideas que llena mi sentir y que se expresan en palabras que hacen mucho eco y sentido para mí. Entiendo la diferencia entre cada uno de nosotros y como aceptamos vivir un presente y eso es lo que nos hace únicos mas allá del cliché.

Acepto que los días tienen esos matices y contrastes para poder diferenciarnos, pero no en tono superlativo o peyorativo, sino, para poder identificarnos en el proceso, para poder coincidir el espacio y acortar esta brecha de aprendizajes.