3650 días
Al final son solo un número
9/20/20242 min read


Reconocerte es una de las sensaciones que superan esta experiencia humana, suena a cuento de hadas o de extra terrestres y sin afán de tener que convencer a nadie más ni argumentar el porqué, avanzo por los días contándote de a poco que representa para mí la avalancha de información que llega con tan solo volverte a ver.
Entre textos, videos y aeropuertos la vida va tomando color, creando un espacio diferente que compartimos aun sabiendo lo complejo que es y resulta ir contra las matemáticas y estadísticas que nos pone entre las cuerdas cada vez que medimos los km y multiplicamos los segundos
Me parece fantástico todo este universo paralelo que hemos creado, vamos derribando muros, barreras, números …estos que nos son esquivos y que terminan de apagar luces de esperanzas en otros espacios por el simple hecho de pensar que son ciertos.
Que nos depara la vida no lo sabemos, pero vamos sintiendo un día a la vez, las horas se pasan entre historias que compartimos entre charlas, reuniones y teléfonos …contamos las horas para al llegar la noche vernos a través de pantallas como queriendo derribarlas y teletransportarnos a aquellos lugares físicos que hoy nos tienen imaginando a distancia.
Queremos romper pronósticos, nos sobran las ganas de cambiarlo todo, hacemos locuras en medio de la nada, queriendo recordarnos a cada instante una presencia sincera y llena de verdades.
Caminamos entre sombras, silencios y dificultades propias de los segundos que se nos escapan ante lo incierto, regresamos a la tierra como guerreros, descifrando las maneras de hacer posible una historia diferente tan llena de propósitos y certezas como escudos.
Nos falta tiempo en ocasiones al fin y al cabo la vida continúa y sin darnos cuenta no hemos descansado lo suficiente para enfrentar la mañana, sin embargo, algo nos levanta y mientras saludamos el nuevo día nos encontramos entre besos, risas y unos cuantos coqueteos.
Me pregunto constantemente mientras escucho tu camino, si hay algo que te reste por sentir, tanta vida a plenitud manifestada no deja tiempo para espacios repetidos.
Apenas empezamos a dibujar un nuevo presente, cuando de repente enfrentamos con osadía esos momentos incómodos del futuro, las preguntas con retórica, las respuestas limitadas acompañadas de prudencia, los límites del miedo que hacen presencia para con ello ponernos a prueba en esta decisión de acompañarnos, …una pausa prolongada, un silencio que delata….con miradas que se apartan.
Quizás fueron segundos que parecieron eternos, luego del silencio, decidimos bajar la guardia a lo impredecible, permitiendo reconocerlo, llegan las ideas, los propósitos y todo aquello que derribe las distancias, que más da si no hay mañana pues ahora en pleno vuelo no queremos detenernos.
Y así, vamos nuevamente entregándonos a la vida, sin excusas, sin lamentos, a mil por hora, disfrutando de la magia que comparte nuestras ansias de volver a sentirnos, marcando los caminos, demostrándole al tiempo y universo lo agradecidos que vivimos, sin mayores adjetivos.