365 días
Y todo ha cambiado
6/24/20244 min read


Una maleta prestada y dentro de ella lo último que me quedaba de aliento para empezar de nuevo, era como un escape a la realidad que oprimía a mis pulmones, vacío por dentro, solo buscando poder respirar nuevamente, siguiendo los caminos que separen el dolor y esta sensación de haber fallado nuevamente, de haberme perdido sin sentido.
La vida me había golpeado con un porrazo nuevamente y yo.... sin armas, con la fe en el piso y mi autoestima destruida, encontré en la mas rápida de las huidas un par de boletos de avión como una alternativa, un espacio de silencio para reconstruirme y entender por que el huracán se había llevado mi casa. Con cientos de preguntas sin responder, 45 minutos de silencios y un abrazo emotivo, solo abandone sin explicación alguna lo que había construido.
Hasta las lágrimas se habían agotado, no quedaba una sombra de mi, de eso que enorgullecía mis mañanas y me motivaba a ser libre, independiente y seguro de continuar en esta experiencia que se me había escapado de las manos. Este adiós era diferente, carecía de nostalgia, de esa sensación que no cabe en el pecho sino que estremecía mis sentidos como empujándome a saltar a la vida, a las decisiones y al miedo de haberme perdido.
Rayos de luz mientras el avión se eleva y con ello yo dejando atrás lo que no me pertenecía, lo que fue prestado y por el tiempo que duró, fue perfecto.... ahora lo entiendo. Dejar las raíces y abandonar los sueños es un reto definitivamente, adentrarse a una nueva sociedad llena de prejuicios como todas, era la tarea pendiente, esa que una vez hace mas de 25 años me propuse y que como en aquella vez, no sería fácil de terminarla.
Los acuerdos que hacemos nos presentan los instantes en que conectamos para siempre con ciertas almas que están destinadas a permanecer en nuestra vida, lo pude sentir en cada de una de las ciudades en las que anduve buscando respuestas, todo aquello que se me hacia extraño y que simplemente procuraba adaptarme a lo desconocido, a crear un universo paralelo y poder comprender un poco mas de que va mi vida en ese latido.
El tiempo y la subjetividad, lo relativo y lo incierto siempre han sido mis aliados porque he procurado no cuestionarlos, si no vivirlos, ahora puedo decir que aceptarlos también, este proceso que cuenta 365, es parte del todo, parte de esta montaña rusa de emociones y sensaciones que al abrir y cerrar los ojos, fue dejando pistas, mientras el silencio y el vacío poco a poco se convertían en amigos.
Empece a sentir la vida diferente y ese llamado que todos tenemos dentro para volver a sentirnos vivos se había despertado, para muchos otra decisión fruto de mi inestabilidad sentimental, la cual yo la llamo el valor de querer hacer lo que siento, cuando quiero y como lo quiero, uno de los privilegios que hasta el día de hoy puedo manifestarlo en cada respiro y momento que decido seguir en este camino.
Las maletas van y vienen, como las experiencias mismas y la forma de hacer que las cosas pasen, pasó un tiempo considerable, sin un horario ni un plan, con la cabeza a mil por hora, la angustia a flor de piel y esta extraña forma que tenemos de auto-boicotear los sentidos con tantos pensamientos reprimidos que solo nos llevan al exilo de uno mismo.
Pero la esencia permanece, estuvo en pausa, se entrego a una idea, una expectativa y algo que sabía no podría controlar, que sabio fue el tiempo y cada una de esas noches sin dormir para poder entregarme la información que precisaba, para poder decidir nuevamente y aventarme como siempre a seguir siendo yo, aquel que siente primero, luego piensa, esa forma específica que tengo de sentir los latidos y el ritmo que yo mismo me propongo cumplir.
Hoy 365 días mas tarde de una decisión que altero mi presente vuelvo agradecer a todos quienes fueron parte de ese proceso, los que ya no están y dejaron conmigo tantas lecciones de vida con sus palabras, actos y omisiones, al fin que habría sido de mi aprendizaje sin ellos, que valía tienen hoy en mi presente, este que lleva los momentos exactos grabados en la mente y apartados de la dualidad que nos divide.
Gratitud sin duda por todo lo que hoy por hoy puedo sentir, este lugar específico que es tan solo mio y que ha podido cobijarme en cada noche y despertarme en las mañanas recordándome que aun respiro. Sé desde la aceptación de las cosas que no puedo controlar ni forzar, que la vida va bien, que cada espacio sentido en este pasado que hoy recuerdo ha cumplido con el propósito mayor de vida y que en la actualidad me tiene aquí respirando hondo, sintiendo profundo y disfrutando de cada uno de mis encuentros imprevistos con el presente.
Un día como hoy recordé lo importante de sentir la vida y fluir con el alma, con esas decisiones que sabemos debemos tomar, que la vida es un ratito si no sabemos disfrutarla, que es mágica y que nos devuelve al lugar al que pertenecemos, a ese camino que un día nos fijamos.
Hoy saludo mi presente y abrazo lo que esta por venir sin aun pensarlo o pedirlo, pues finalmente he comprendido que todo aquello que me pertenece vendrá, permanecerá y en cierto momento abandonará conjuntamente con aquellas expectativas que puedo haber creado mientras las sentía la vera de mi camino.