300km por hora

Con la velocidad como complice

5/10/20242 min read

Que vida mas acelerada que llevamos me pregunto mientras avanzo kilómetros y kilómetros de tierra, de lugares y momentos que han llenado mis pupilas de experiencias y sobre todo de aprendizajes constantes con un fin común: el aprender y agradecer por un nuevo día,

Si, quizás mis últimos escritos se han romanizado o han ido tomando forma de cliché, porque poco a poco me doy cuenta que existe ya una línea que gobierna mis sentidos, estas palabras que repiten constantemente la gratitud de sentirme vivo cada vez que tomo el tren o simplemente tengo una conversación trabada entre dos personas de diferentes partes del mundo que tratan de expresar su sentir con un idioma en común tan limitado, falto de palabras pero lleno de gestos y miradas que hacen que esbozar sonrisas que corroboran lo que somos, varios humanos buscando respuestas a la vida.

Deja fluir lo que tienes en la mente, no le des mas vueltas, esta bien que haya enredos en la cabeza, solo déjalos fluir….con total certeza es uno de los consejos mas profundas que he tenido, me ha llevado varios días absorber esta forma de sentir ya que muchas veces peleo con la mente tratando de apagarla y diciendo que es tan obstinada que siempre se lleva la victoria hasta que he empezado a dejarla fluir, con un toque atrevido de indiferencia inclusive.

A ello y siendo honesto conmigo mismo siento que debo luego de pasar de esta etapa, evitar tratar de explicar de manera convincente ciertas ideas o creencias que llevo conmigo en personas que no hacen sentido en mi vida, aquellas que de alguna manera han venido a experimentar un poco de su vida a cambio de la mía esperando al mismo tiempo algo a cambio.

Luego de haber recobrado la total confianza en mí, lejos del ego o la vanidad, he puesto mi confianza en alguien o algo que no puedo ver y que ni siquiera logro comprender como fue que pensó en todo esto, pero que de un tiempo acá lo vengo sintiendo como parte de mis respiros y eso hace que la velocidad de las emociones vayan dosificándose de manera tal que como lo hacen quienes hacen yoga o meditación le ponga freno al quiero y lo reemplace por el gracias.

Es tan cierto lo que me esta pasando que he podido controlar las sensaciones de ansiedad, sudoración y hasta la excitación de momentos en los cuales la adrenalina llega robarse el show y todo termina en un segundo a todo aquello que podría haber sido eterno. Será que todo esto va de la filosofía de un día a la vez? quizás este es el camino hacia esa total plenitud de saber sentir el segundo y abandonar el pasado sin descuidar lo que esta por venir?, no lo sé, pero la certeza que me acompaña es que la vida va bien.