1979
Libertad
9/19/20244 min read


Esta moneda llego a mi tiempo atrás, no me había percatado en realidad de los detalles, pero en estos tiempos de reflexión, de cambios y de retos, siento que voy percibiendo las cosas de una manera distinta a un corto tiempo atrás, la vida va tomando matices que me dibujan nuevas aventuras, ideas y millón cosas en la cabeza que la mente a podido empezar a jugar y divertirse conmigo claro esta, pues divaga e imagina mundos y universos paralelos e independientes que quizás ni me pertenecen.
1979 es el año en el que regrese a vivir esta experiencia, sin apenas saber, como hasta ahora que fue lo que me ha faltado por vivir, aprender, corregir o cualquiera que sea mi propósito, en este camino que he ido forjando voy aun con manos limpias moldeando el barro para crear una escultura que me permita establecer ciertos detalles que acompañan mi camino.
Esta forma de ser que con los años se mantiene pese a tanta contradicción del universo, al que no reniego nada por que con su absoluta sabiduría a podido permitirme sentir varias emociones que sin duda enriquecen el alma vieja que he reconocido, aceptado y sobre todo disfrutado.
Hice un pequeño recorrido del camino, de las grietas y de todos es toboganes de emociones que he podido sentir, sin embargo me encuentro de repente con estos vacíos que no son como las mariposas con recuerdos y momentos repetidos que quieren robarme el presente para regresarme a un espacio que no me pertenece ya, lo voy identificando y con mientras peleo con la melancolía e inseguridad voy afirmando todas mis ilusiones y esperanzas de cambiarlo todo y sentirme plenamente convencido, de que cada decisión que tomo viene guiada por un latido.
No ha pasado mucho tiempo donde todo tenia o parecía tener sentido, como equilibrando el viento, volviéndolo rutinario y hasta un poco aburrido podría decirlo, una estructura completamente defensiva y apática a todo aquello que implique compartir mas allá de un par de horas, cerrando completamente las ventanas, pero sin bajar las cortinas, para al menos poder mirar como se desarrolla la vida mientras yo navegaba entre libros, sueños, páginas y escritos.
Y cuando decidía mover las fichas de mi ajedrez, le hablaba al universo desde mi profunda conciencia para ratificarle que estaba listo para algo nuevo, o quizás similar, o único, o especial, miles de adjetivos podría describir a esta enorme sensación de respirar profundo, de caminar descalzo por la vía, con la mirada atenta pero perdida a la vez, dejándome llevar por mi esencia, esa que causa controversia y que a menudo me reclama un tanto de prudencia.
Me preguntaba a menudo por que debería ser diferente a lo que soy, por que habría que abandonar la libertad que siento de poder hablar, expresarme, lanzarme a los abismos de la incertidumbre para llenarme de adrenalina y claro que si, de ansiedad, pero esta que me anuncia que algo sucede, puede pasar o que simplemente la viva de la manera que se me presenta.
Libertad, una palabra que agrupa cientos de conceptos tan diversos y muy válidos para cada uno, a mi sentir es una sensación que me permite ir por el camino sin vestidos, sin apariencias, dejando pasar la vida entre charlas, ruidos y testigos de mis pasos, de esa huella que dejamos en cada una de las personas con las cuales podemos entregarnos sin razones ni motivos.
Voy recordando todas esas historias que he podido construir en independencia, con la fe intacta en las personas, borrando pasados y actitudes reprochables que en su momento fueron incomprensibles a mi sentir, pero que al día de hoy hacen sentido pero no para cambiarme, cuidarme o protegerme de quien no tiene responsabilidad alguna sobre aquellos tiempos.
Sigo siendo la misma persona que llegó en 1979 a querer experimentar la vida, sigo reconociéndome con el paso de los días con la presencia de las canas, la ausencia de vanidad, y el significado de desapego, estas reflexiones que me permiten en cierta parte de los días comprender la magia que es despertar, cuando apenas había podido conciliar el sueño, de manera tal que pueda levantarme y enfrentar con osadía una nueva oportunidad de sonreír, de crear o estimular a mi ser a dejarse llevar por lo que en su momento quiera sentir.
Re defino constantemente los adjetivos y calificativos a las palabras, personas y momentos, tan solo me basta recordar todas las lecciones repetidas, para aterrizar las sensaciones, para volverlas verdades inéditas, para que aporten el léxico de mis ilusiones.
Cuantas veces me he rasgado las rodillas al ir arrodillado a la merced de lo que llamo destino, de esta falta de aceptación al tiempo impreciso que gobierna mis encuentros, mis bienvenidas y todas estas despedidas que moldearon mis recodos.
En este espacio presente que aun me permito transitar, sigo siendo la misma persona que toma riesgos indebidos, que hace poco caso a la razón, que mientras disfruta del viaje del viaje va coleccionado historias, aventuras, aviones, trenes. Sigo volando sin control lleno de emoción por volver a sentirme libre de perder la cordura el juicio y la calma.
Y ante todo ello, me rehuso ha abandonarme, a no dejar que mi esencia flote como aire para alguien mas, que mi compañía sea no solo una razón, sino una elección de vida, de momentos, de instantes, aun sabiendo que me siento un para siempre.